El presidente panameño, Juan Carlos Varela, dijo este viernes que dejará un país «sin corrupción» y con instituciones «fortalecidas» y prometió llevar a cabo una transición «ordenada e institucional» con el gobierno que salga de las urnas el próximo domingo.
«El próximo presidente iniciará su periodo con un Panamá distinto al que recibimos en el 2014. Él o ella no tendrá el reto de desmantelar una estructura dedicada al desvío de fondos del Estado y al debilitamiento de su institucionalidad», aseguró Varela durante un encuentro con el cuerpo diplomático instalado en Panamá.
Según el mandatario, quien dejará el poder el próximo 1 de julio, los funcionarios panameños «han entendido que sus cargos son un servicio público y no la ocasión para enriquecerse».
Varela asumió las riendas del país en 2014 con el compromiso de «limpiar» las instituciones de las supuestas corruptelas del ex presidente Ricardo Martinelli, su antecesor y antiguo aliado político.
Decenas de ex altos cargos han sido imputados en los últimos años por malversación de fondos públicos, incluido el propio Martinelli, quien está siendo juzgado por espionaje político y peculado, tras haber sido extraditado desde Estados Unidos, a donde huyó cuando dejó el poder y empezaron las acusaciones en su contra, que él tilda de «persecución política».
Los papeles de Panamá o los sobornos de la multinacional brasileña Odebrecht, que fue una de las principales contratistas del Estado y ha reconocido haber pagado en Panamá al menos 59 millones de dólares en sobornos entre 2010 y 2014, son otros escándalos que se han destapado durante esta legislatura.
Los expertos señalan, sin embargo, que la lucha contra la corrupción se ha quedado a medio camino y que los casos se estancan o no llegan a los juzgados.
«En cuanto concluya mi mandato, haré pública mi declaración patrimonial y no asumiré la diputación que por ley me ofrece el Parlacen (Parlamento Centroamericano). Saldré tranquilo, con la frente en alto, convencido de que obramos con integridad», añadió el presidente, quien reconoció que la administración de la justicia sigue siendo un «reto pendiente.
Además, Valera sentará las bases para la creación de una fundación que echará a andar una vez que concluya su gobierno, para dedicarse a la labor social en el país, según lo anunció durante su participación en otra acto publico.
«Presentaré ya la próxima semana lo que es la estructura de una fundación y dedicarme a seguir haciendo labor social en el país, en lo que es movilidad social, que es lo que más me gusta», indicó Varela.
Explicó que los tres pilares que ha fijado para seguir trabajando como ex presidente son atender la problemática de jóvenes en riesgo social de la provincia caribeña de Colón, los pueblos originarios y el tema de educación, en tanto que a nivel global se dedicará a ser un «conductor de paz».
Se trata, agregó, de ser «un arquitecto para usar el desarrollo económico social sostenible para buscar la paz en el mundo».
Más de 2,7 millones de panameños están llamados a las urnas el próximo domingo para renovar todos los cargos de elección popular, entre ellos presidente, vicepresidente, diputados nacionales y al Parlacen, alcaldes, concejales y representantes de corregimiento.
Los principales candidatos presidenciales son Laurentino Cortizo, por el Partido Revolucionario Democrático (PRD, socialdemócrata); Rómulo Roux, por Cambio Democrático (CD, liberal), y José Blandón, por el gobernante Partido Panameñista (PPA, nacionalista).
También compiten por la presidencia Saúl Méndez, del izquierdista Frente Amplio por la Democracia (FAD), y tres candidatos independientes: la ex fiscal general Ana Matilde Gómez, el exdiputado Marco Ameglio y el abogado Ricardo Lombana.