El presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, anunció este miércoles nuevas medidas para intentar contener el aumento de casos de covid-19, entre ellas la restricción de los ingresos al país entre el 21 de diciembre y el 10 de enero.
Los ciudadanos uruguayos que ya hayan adquirido un pasaje y el transporte de carga estarán sin embargo exentos de esa medida, que puede tener efectos aún más negativos sobre una temporada de verano austral que ya se anunciaba muy negativa para los operadores turísticos.
«Con pesar tomamos la decisión de suspender el ingreso al país entre los días 21 de diciembre y 10 de enero (…), que nos cuesta mucho porque sabemos que hay miles de uruguayos que en las fiestas retornan al país a visitar a sus familias», dijo el mandatario en rueda de prensa.
Hasta ahora, el país permitía el ingreso desde el extranjero a uruguayos, residentes o por temas laborales o familiares, entre algunas otras excepciones.
Otros de los anuncios fueron la suspensión de los espectáculos públicos también hasta el 10 de enero, la reglamentación del derecho de reunión y la ratificación del cierre de pubs y restaurantes a medianoche.
El Parlamento deberá tratar los decretos que emita el gobierno para ejecutar estas medidas.
«La segunda ola del mundo es nuestra primera ola», dijo el presidente en su conferencia, destacando que los números de covid-19 en Uruguay continúan siendo más benignos que los de muchos otros países.
Uruguay conoce sin embargo desde el mes pasado un crecimiento exponencial de los casos de covid-19, y suma 10.893 contagios y 102 muertes por la enfermedad en una población de 3,4 millones de personas.
En las últimas 24 horas se registraron en el país 476 nuevos contagios y cuatro fallecimientos, el dato más elevado desde marzo, según cifras oficiales.
Más temprano este miércoles integrantes del Grupo Asesor Científico Honorario, un organismo consultivo constituido por especialistas, dijeron en rueda de prensa que si no se modifica la tendencia «el país entrará en zona roja» el 26 de diciembre.
Hasta junio, Uruguay llegó a presentar varios días consecutivos sin ningún caso nuevo, pero desde octubre, y especialmente desde noviembre, los contagios comenzaron a dispararse, hasta llegar a un récord de 533 el 13 de diciembre.
Lacalle Pou volvió a descartar cualquier posibilidad de decretar un confinamiento obligatorio, una medida que su gobierno nunca dispuso, y se dijo convencido de que los uruguayos «reaccionarán» ante la nueva situación.
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