Unos 500 migrantes, parte de la caravana que salió la pasada Nochebuena de la ciudad de Tapachula, estado de Chiapas, y que fue disuelta el martes por las autoridades migratorias de México, se reencontraron en la capital, Tuxtla Gutiérrez, y avanzaron este sábado unos 35 kilómetros hasta Ocozocoautla.
El grupo, parte del llamado “éxodo de la pobreza”, espera llegar en los próximos días al vecino estado de Oaxaca. Pero primero busca arribar a Arriaga, un municipio cercano a la costa y ubicado a unos 130 kilómetros de Tuxtla Gutiérrez.
La caravana se disolvió el martes pasado tras nueve días de marcha desde Tapachula, en la frontera sur de México. Esto porque el grupo de migrantes que permanecía en el municipio de Mapastepec aceptó subir a los autobuses del Instituto Nacional de Migración (INM) a cambio de su regularización migratoria. Pero al final, según versiones de decenas de migrantes, las autoridades que les prometieron visas humanitarias los abandonaron en distintos municipios y comunidades de Chiapas.
Los migrantes dispersos en Tuxtla Gutiérrez y en otras ciudades cercanas retomaron su andadura este sábado.
Previamente la noche del viernes, los migrantes se reunieron con varios grupos de extranjeros en el estacionamiento de la central de autobuses de Tuxtla Gutiérrez donde pasaron la noche y comenzaron su marcha cerca de las 6.00 horas de este sábado.
Las personas en tránsito avanzaron por las vías rápidas de la capital de Chiapas intentando sortear la velocidad con la que se mueven los vehículos en la zona urbana y principalmente los de transporte público.
Los migrantes, cansados, con maletas al hombro y empujando algunos coches, se mueven sin agua ni alimentos; pero mantienen la ilusión de avanzar kilómetros que los acerquen a su objetivo de llegar a Estados Unidos.
Migrantes avanzaron desde Chiapas a Ocozocuatla
Tras nueve horas de caminata llegaron a Ocozocuatla donde organizaciones defensoras de los Derechos Humanos de migrantes insisten en que el gobierno mexicano debe otorgarles el libre tránsito tras los documentos otorgados.
Noemi Reyes y sus tres hijos, de Guatemala, obtuvieron un permiso de un mes para transitar en México. Sin embargo, contaron a EFE que los devolvieran desde Puebla. Con base en engaños «nos dijeron que nos llevarían a la Ciudad de México, pero más bien nos trajeron para abajo otra vez (Chiapas)».
Reyes dijo que intentarán llegar a la frontera norte y pedir asilo en Estados Unidos. “Este sacrificio se hace por los hijos para que tengan mejores oportunidades”, agregó.
“Continuaremos nuestro camino, mis hijos se quedaron en Ecuador. Nos indigna el engaño del gobierno de México. En Ecuador nos extorsionaban”, dijo la migrante ecuatoriana Jenni Herrera.
Por las altas temperaturas que se registraron durante el día, varios migrantes recibieron atención médica; mientras que una ambulancia de la Secretaría de Protección Civil del Estado otorgó hidratación y la Guardia Nacional los vigiló durante su marcha.
El pasado jueves activistas e integrantes de la última caravana migrante acusaron al gobierno mexicano de abandonar a su suerte a los extranjeros que subieron el martes a los autobuses del INM con la promesa de regularizarse a cambio de disolver el grupo.
Mientras que el viernes, la ONG Centro de Dignificación Humana (CDH) de Tapachula y migrantes que integraron la caravana llamada el «éxodo de la pobreza» denunciaron la desaparición de, al menos, 19 migrantes tras aceptar un trato con autoridades de migración.
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