Apóyanos

Una piñata del coronavirus para desahogarse del 2020

Por EFE
    • X
    • Facebook
    • Whatsapp
    • Telegram
    • Linkedin
    • Email
  • X
  • Facebook
  • Whatsapp
  • Telegram
  • Linkedin
  • Email

A la espera de hacerlo con la vacuna, los niños mexicanos y sus familias podrán golpear estas navidades al coronavirus en una piñata. Y es que el virus que amargó el año a tantas personas protagoniza la piñata estrella de las festividades de este diciembre en México.

Una gran bola verde con cara malvada y las espigas propias del coronavirus comparte escaparate estos días con los diseños tradicionales de la piñata con forma de estrella. También están  las que representan a los personajes favoritos de los niños, Pikachu y Spiderman incluidos.

“Últimamente, por lo del covid-19, se está vendiendo mucho la piñata del coronavirus”, reveló a Efe Martín García. El vendedor encuentra un minuto de respiro tras poner al exterior de su tienda decenas de piñatas con formas de superhéroes, pero también de villanos, como la del virus.

«Más que nada vienen y la piden para romperla. Para desquitarse ahora con lo del covid«, explica el joven en el interior de la tienda, ubicada en un corredor de establecimientos para fiestas.

Sin necesidad de cubrebocas pero con el pañuelo reglamentario en los ojos, los más pequeños y los no tan pequeños pueden ahora devolver a bastonazos parte del daño recibido este 2020.

Un objeto esencial de México

La piñata es el invitado indispensable de los cumpleaños y de las posadas mexicanas. Es parte de una serie de festividades populares que se celebran en diciembre para recordar la peregrinación de María y José hacia Belén.

En el momento más esperado por los niños, los más pequeños de la familia golpean la piñata con un palo y los ojos tapados hasta romperla y recoger las sorpresas de su interior.

«Ahorita vinieron clientes a pedir piñatas de estrella, que es lo principal que se está vendiendo por la temporada», cuenta Martín. Estas son las piñatas más tradicionales, pues tienen siete picos que representan los siete pecados capitales que hay que golpear.

Pero en los últimos tiempos los niños piden romper piñatas con la forma de sus personajes favoritos. En la tienda donde trabaja Martín están Batman, Mario Bros, Mickey Mouse, Hello Kitty, las Tortugas Ninja, el Grinch, Aladdín, etc. Y aquí, como en todo el mundo, también impactó el coronavirus.

«Sí hubo una baja empezando el año cuando empezó la pandemia. Bajaron las ventas de piñatas, pero ahora ya nos volvieron a abrir y se ha ido recuperando esto», explica.

En pleno repunte de contagios en la capital, donde más de 70 % de las camas de los hospitales están ocupadas, la alcaldesa, Claudia Sheinbaum, pidió quedarse en casa. También solicitó no hacer fiestas navideñas, como ya pasó con el Día de Muertos y el Día de la Independencia.

Esta enfermedad se ha llevado ya más de 114.000 vidas en el país.

Fiestas reducidas para prevenir

A juzgar por la intermitente llegada de vehículos que estacionan ante las piñaterías, muchos no están dispuestos a cancelar sus fiestas. Aunque Miguel matiza que la mayoría «buscan más que nada piñatas pequeñas para un grupo pequeño de personas«.

Tania Solórzano es una de las que no renunciará a festejar su cumpleaños dentro de pocos días, pero optó por una fiesta muy reducida.

«Cada año vengo para comprar la piñata de la Navidad o del cumpleaños y ahora busco una piñata mucho más pequeña. Subieron muchísimo los precios, entiendo que es por la situación», explica esta fiel compradora.

Las más pequeñas cuestan 100 pesos (unos 5 dólares), mientras que las gigantes, que están reforzadas para que cueste más romperlas, rondan los 700 pesos (35 dólares).

Otros años, Tania recibía entre 30 y 40 niños en su casa, pero esta vez ni se lo plantea. Solo estarán sus dos hijos de cinco años, su sobrina y la abuelita.

«Soy de las que no sacó a sus hijos más que cinco veces en 10 meses. Es muy complejo porque los niños necesitan convivir con otros niños, tomar sus clases y la relación como papás se afecta», cuenta esta madre.

Para el festejo, su hija quiere una piñata de un unicornio, de una princesa o de Lady Bob, mientras que el niño le pidió una de Carts, de Paw Patrol o de Spiderman.

Pero ni hablar de la piñata del coronavirus. «El covid no, lo odio, nos vino a cambiar la vida a todos», zanja esta madre

 

El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!

Apoya a El Nacional