España necesita una estructura institucional al servicio de los ciudadanos. Así lo explicaron el jurista Alfredo Pérez Armiñán, el vicepresidente emérito del Tribunal Constitucional Ramón Rodríguez Arribas y el ex diputado Francisco Sosa Wagner.
Los expertos debatieron durante un evento organizado por el Foro Libertad y Alternativa, Foro España Cívica y el resto de organizaciones que también convocaron a la manifestación del 21 de enero en Cibeles.
Rodríguez Arribas manifestó que la situación de España es una preocupación debido a que la seguridad jurídica está en riesgo. «Las instituciones están amenazadas. Para que un Estado de derecho funcione tiene que haber seguridad jurídica. Eso es algo que tiene que estar en la vida cotidiana de los ciudadanos», dijo.
Se refirió a las últimas medidas legislativas impulsadas por el gobierno de Pedro Sánchez. Tildó la recién aprobada Ley Trans y la Ley de Memoria Democrática como leyes «sin sentido común». Además, insistió en que ha propuesto que al presidente del gobierno se le llame «primer ministro», pues la función de presidente de España recae en su majestad, el rey Felipe VI.
«Me espanta cuando oigo decir que esta legislatura ha hecho pocas leyes. La función del legislador es crear leyes que resuelvan problemas y no que los genere», expresó.
Rodríguez Arribas sostuvo que en un Estado de derecho se debe garantizar una independencia judicial que sea percibida por los ciudadanos. «La independencia judicial no solo tiene que existir, sino que tiene que ser percibida por los ciudadanos. Cuando un grupo de ciudadanos empieza a sentir que la justicia está politizada, aunque no lo esté, es grave y hay que atenderlo», resaltó.
Similar fue la posición de Pérez Armiñán, quien indicó que hay una crisis en la relación entre los elegidos y los ciudadanos. “Nadie puede negar la crisis en la división de los poderes”, dijo.
Agregó que se debe hablar entre la sociedad española sobre la distinción entre Estado y gobierno. Puntualizó que la representación política está protagonizada por un debilitamiento de la comunicación entre los políticos y sus electores. “Aunque es un tema delicado, no puedo dejar de decir que es un problema que espero que la próxima mayoría pueda afrontar”, señaló.
Finalmente, Sosa Wagner indicó que a pesar de la situación los partidos políticos deben seguir. Sin embargo, recalcó que debe haber una renovación en lo que serían las funciones de las organizaciones políticas ante la sociedad.
«Los partidos políticos tienen que existir. Lo que podemos es corregir, reconduciendo la función de los partidos políticos. El problema es que se les da la mano y se toman el brazo. Hay que reconducir sus funciones a la representación política», dijo.