Zulay Rodríguez, diputada panameña por el partido oficialista de Panamá, tachó de homosexuales a otros políticos y celebró que en su país esté prohibido el matrimonio gay. Asimismo, propuso cambiar la ley que concede la nacionalidad panameña a los nacidos en el territorio nacional.
“Aquí no van a nacer niños por encargo: ah, vengo aquí a Panamá (a dar a luz) y reclamo (la nacionalidad panameña) a toda la parentela que está fuera. Esto se tiene que acabar”, dijo la semana pasada en el Parlamento.
Aplaudida por algunos sectores de la sociedad y repelida por otros, Rodríguez ha hecho de la retórica xenófoba y homófoba su principal sello de identidad. La semana pasada también cargó contra la supuesta homosexualidad de dos reconocidos políticos panameños.
“Gracias a Dios, estamos prohibiendo el matrimonio de dos señores juntos porque imagínense una unión entre este señor (Ricardo) Lombana y Federico Humbert. Dios mío, yo no sé cómo va a quedar el país”, aseguró durante una intervención parlamentaria.
Diputada desde 2014 y primera vicepresidenta de la Asamblea Nacional de Panamá desde julio, no es la primera vez que Rodríguez hace alarde de un discurso xenófobo, además de mostrarse a favor de endurecer las normas migratorias.
En los últimos años, la diputada ha presentado una serie de controvertidos proyectos, que, por lo general, nunca avanzan. Plantean medidas tan radicales como deportar a extranjeros que insulten o desplacen laboralmente a panameños, y obligar a las radios a priorizar la música local.
Para el catedrático de Relaciones Internacionales de la Florida State University en Panamá, Carlos Guevara Mann, el discurso “racista y anticonstitucional” de Rodríguez resulta especialmente paradójico. Su familia materna procede de China, ni ella misma tendría la nacionalidad panameña con las leyes que propone.
“Parece mentira que un país como este, donde han convivido tantas culturas, discursos como este calen, aunque sea un grupo pequeño de la población”, apuntó, por su parte, la portavoz del Movimiento Independiente, Annette Planells.
Xenofobia en contra de los venezolanos
Panamá, un país de 4 millones de habitantes, ha sido uno de los destinos más elegidos por muchos migrantes, principalmente venezolanos. La razón, su pujanza económica y su estabilidad sociopolítica. Sin embargo, no está tan saturado como otras naciones de la región, como Colombia o Perú.
Entre 2010 y 2018 las autoridades panameñas aprobaron 150 mil permisos de residencia a extranjeros, según datos oficiales.
La diputada hizo suyo el lema “Panamá para los panameños” y tiene especial aversión a la comunidad venezolana. La acusa de no pagar impuestos y de tener competencia desleal por cobrar menos salario que un panameño por el mismo trabajo.
En julio llegó, incluso, a acusar a unos niños venezolanos de pegar y acosar a su hijo en la escuela, un incidente que el centro escolar tuvo que desmentir.
“Mi hijo es un ser inocente y es un angelito. (Los venezolanos) vienen a nuestro país a atropellarnos, a humillarnos, a denigrarnos y a escupirnos. Si no tuvieron el valor de luchar en su país, que no vengan aquí a criticar”, dijo entonces.
Los expertos dicen que Rodríguez cumple a la perfección con el manual del político populista y que usa medias verdades para elaborar sus propios relatos.
“Tal y como hacen líderes populistas en otras partes del mundo, apela a los sentimientos más primitivos del ser humano para construir un capital político de la manera más burda”, indicó Guevara Mann.