El malecón de la ciudad colombiana de Arauca está activo desde la madrugada. Cientos de personas llegan en lanchas desde Venezuela en búsqueda de atención médica y para conseguirlo deben ser los primeros en las largas filas que se forman.
Uno de los primeros edificios que encuentran en la ciudad, que es la capital del departamento de Arauca y que tan solo está separada de Venezuela por un caudaloso río que lleva su mismo nombre, es el de la Cruz Roja Colombiana.
Desde las 4:00 am, decenas de personas, muchas de ellas con niños de brazos, se apostan en las paredes exteriores del centro médico a la espera de que sean las 7:00 am para que se abran las puertas y comiencen a repartir los 120 turnos de atención.
A algunos los aquejan problemas cardíacos, otros sufren enfermedades respiratorias y hay también mujeres embarazadas que, pese a sus dolencias, saben que esa es la única forma de conseguir buena atención.
Algunos testimonios
Una de ellas es Tatiana López, quien viajó desde el estado Guárico, para ser atendida por una neuritis que sufre y que le provoca dolor en el brazo.
“Gracias a Dios me atendieron bien. Me atendió un médico, una excelente persona que habla, lo escucha a uno. Me dijo que le dijera todo lo que tenía y yo le dije todo lo que tenía”, dice López a Efe tras recibir cuidados.
En la Cruz Roja, el coordinador local del proyecto, Carlos Alberto Prada, informó que ofrecen los servicios de medicina general, psicología y enfermería a los migrantes venezolanos y los colombianos retornados.
“La característica principal de la población venezolana que atendemos con el proyecto es que es pendular, pues en el lado venezolano ellos cuentan con el acceso a los servicios públicos. Entonces ellos vienen al lado colombiano donde acceden a los servicios de salud”, explicó Prada.
Los aportes de las ONG
En sus instalaciones, la entidad, que trabaja con los aportes de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, cuenta con un dispensario de medicinas y con una bodega en la que almacena equipos de aseo para entregar a quienes los necesitan como parte de una iniciativa de promoción de salud.
Cifras de migración Colombia indican que con corte al 30 de junio, en el departamento de Arauca viven 42.890 de los casi 1,4 millones de venezolanos que se radicaron en el país vecino, de los cuales 24.989 se encuentran en la capital regional.
Una de esas personas es Clairey Tanales, que vive en Arauca desde hace casi tres años y no se ha movido de allí porque no tiene dinero para hacerlo y teme que en caso de irse le pueda pasar algo a sus dos hijos.
“Yo ya tengo casi los tres años acá y digo que no voy para otro lugar, por aquí estoy más cerca de Venezuela porque uno lo que hace es cruzar al río”, declató a Efe la mujer, que vivía antes en el estado Anzoáteguia, más de 1.000 kilómetros de Arauca.