Un adolescente palestino de 15 años murió hoy por fuego israelí durante una incursión de su Ejército en el campo de refugiados de Dheisha, en la ciudad de Belén, al sur de Cisjordania ocupada.
El Ministerio de Sanidad palestino identificó a la víctima como Shaker Ayad, quien murió «por disparos en el pecho durante una incursión israelí de madrugada».
«El Ejército de ocupación irrumpió en el campamento y procedió a allanar y registrar las casas de los ciudadanos, a raíz de lo cual se produjeron enfrentamientos, en los que los soldados dispararon indiscriminadamente balas reales y recubiertas de goma, gas y bombas de sonido», informó la agencia oficial palestina Wafa citando fuentes de seguridad.
Ayad resultó herido en el pecho durante los choques y trasladado al Hospital Beit de Jala, donde los médicos declararon su muerte.
Otro niño resultó herido por fuego real en la mano en esa incursión en el campo de Belén, donde la gobernación declaró hoy huelga general.
Se trata del tercer palestino muerto en incidentes violentos con Israel desde el inicio del año. Los otros dos jóvenes murieron ayer durante enfrentamientos armados en una aldea próxima a Yenín, al norte de Cisjordania.
La violencia continúa en Cisjordania después de que la zona viviera en 2022 su año más letal desde 2006, con 170 muertos palestinos, frente a los 29 de lado israelí, víctimas de ataques.
El Ejército israelí no ha informado todavía sobre la incursión en Belén. Pero sí se conoce sobre otra también esta madrugada en el pueblo de Kfar Aqab, entre Ramala y Jerusalén; su objetivo es inspeccionar de cara a una eventual demolición la vivienda familiar del palestino responsable del doble atentado con bomba en Jerusalén en noviembre.