Miles de personas se concentraron en Santiago este lunes para conmemorar un mes de un torbellino de protestas en Chile. Las manifestaciones exigen un mejor reparto de la bonanza y reformas sociales, ante los abusos de un modelo económico considerado próspero solo para algunos.
Una concentración en la plaza Italia reunió a aproximadamente 10.000 personas, constato la AFP. Sin embargo, esa cifra dista de los 1,2 millones que se concentraron en ese mismo lugar el 25 de octubre, una semana después de que comenzó el estallido social.
Todo comenzó el 18 de octubre con estudiantes de secundaria que se negaron a pagar el incremento del boleto de Metro, pero que derivó en la más profunda crisis social desde el retorno a la democracia luego de la dictadura de Augusto Pinochet. Esto le cambió el rostro al país y modificó por completo la agenda del derechista Sebastián Piñera y del Parlamento.
La protesta se realizó en un ambiente pacífico y festivo, y se repitió a coro el grito Chile despertó, que se transformó en lema de los manifestantes.
“Quise venir para recordar un mes que cambió para siempre Chile. Yo creo que el gobierno podría hacer los cambios que se le están pidiendo mucho más rápido y no lo están haciendo como queremos. Todos los ofrecimientos de agenda social que ha hecho Piñera no me los creo”, dijo a la AFP Susana, una contadora de 51 años de edad.
Incidentes aislados
Un grupo reducido de encapuchados, con escudos de lata, protagonizó incidentes aislados y terminaron dispersados por policías antidisturbios que respondieron con gases lacrimógenos cerca de la plaza Italia.
El Metro de Santiago retomaba la normalidad con la apertura de siete estaciones, una de ellas en Puente Alto que abrió después de permanecer cerrada durante un mes.
Además, dejó prácticamente sin movilización pública a aproximadamente 800.000 habitantes de esta popular comuna, y que luego de unas horas fue cerrada una vez más por protestas.
Luego de un mes de crisis, el país se divide entre quienes buscan volver a la normalidad y los que quieren seguir presionado por mayores cambios. Pero trabajadores del sector público realizarán un paro nacional entre martes y miércoles, anunció la Central Unitaria de Trabajadores, CUT, el mayor sindicato del país.
Chile cambió
Antes del 18 de octubre, los efectos del cambio climático en el país y la cancelada COP25 dominaban la agenda, pero hoy se discute sobre una nueva Constitución. La razón es que buscan reemplazar la heredada de la dictadura, junto con una profunda reforma al sistema de pensiones, de salud y educación, que preocupa a los chilenos.
El Congreso aprobó el viernes un acuerdo para llamar a plebiscito en abril de 2020. En ese proceso se decidirá cambiar o no la Constitución.
Al mismo tiempo se escogerá el mecanismo mediante el cual sustituirlo: una asamblea constituyente o una convención mixta integrada en partes iguales por asambleístas y congresistas.
“En las últimas cuatro semanas, Chile cambió. El pacto social bajo el cual habíamos vivido se resquebrajó”, dijo Piñera en un mensaje el domingo.
En 30 años de democracia no había prosperado ningún intento por sustituir la Constitución que en 1980 redactó la dictadura y aprobó en un cuestionado plebiscito, con disposiciones que aseguraron el poder de los grupos conservadores, incluso luego de restaurada la democracia.
Una encuesta de este lunes de la privada Cadem reveló que 67% de los chilenos considera bien o muy bien el acuerdo constitucional.
El Congreso también discutía aumentar 50% la pensión básica solidaria, fijada en 133 dólares, opción que para el gobierno no puede concretarse inmediatamente.
“Quiero ser responsable y muy claro en decirlo. Eso significa 1.000 millones de dólares que Chile no tiene”, afirmó el ministro de Hacienda, Ignacio Briones.
Violento despertar
Fue un drástico despertar de un país considerado uno de los más estables de América Latina. Además, una de las naciones con un alabado modelo económico: 30 días de protestas que se saldan con 22 muertos; 79 estaciones del Metro de Santiago atacadas o incendiadas, y casi 15.000 detenidos en todo Chile.
En tanto, más de 200 personas han resultado con lesiones oculares graves por disparo de balines de la policía.
La CIDH envió un equipo técnico a Chile que recabará información preliminar sobre denuncias realizadas por vulneraciones a los derechos humanos cometidas por agentes durante las manifestaciones.
“Son días en los cuales nosotros realizamos un amplio proceso de escucha”, dijo Paulo Abrão, secretario ejecutivo de la CIDH.
De los detenidos, 3.500 son por los saqueos registrados en el país, de acuerdo con información de la policía.
La cadena estadounidense Walmart presentó una serie de acciones judiciales en contra del Estado, por ataques que han sufrido sus locales de venta.