Estos son los principales acontecimientos que siguieron a la muerte el 16 de septiembre de la joven Mahsa Amini, tras ser detenida por la policía de la moral en Teherán.
Según la oenegé Iran Human Rights (IHR), con sede en Noruega, al menos 108 personas murieron en la represión de las manifestaciones desencadenas tras la muerte de la joven.
En coma
El 15 de septiembre, los defensores de los derechos humanos informan que una iraní de 22 años estaba en coma tras haber sido detenida en Teherán el 13 de septiembre por la policía de la moral, acusada de infringir el estricto código de vestimenta para las mujeres en la República Islámica.
Según la policía, la mujer sufrió «un problema cardíaco».
El presidente iraní, Ebrahim Raisi, ordena abrir una investigación.
Amini murió el 16 de septiembre en el hospital. Varios activistas aseguran que recibió un golpe mortal en la cabeza.
Por su parte, la policía insiste en que «no hubo contacto físico» con la mujer. La televisión estatal difunde extractos de un video filmado en una comisaría que secunda esta versión.
Manifestaciones
Amini fue inhumada el 17 en su ciudad natal de Saqqez, en la provincia de Kurdistán (oeste). Las fuerzas de seguridad dispersan una manifestación con gas lacrimógeno.
Muchas personalidades expresan su indignación en las redes sociales.
En los días que siguen, se producen otras concentraciones, también en Teherán y Mashhad.
«Trasladada tarde al hospital»
El padre de la víctima declaró el 19 que el video de la policía fue «cortado» y asegura que su hija fue «trasladada tarde al hospital».
El 20, un parlamentario iraní, en unas declaraciones poco habituales, critica a «la policía de la moral» y considera que «no consigue ningún resultado, salvo dañar al país».
Instagram y WhatsApp bloqueados
Por la noche, se producen protestas en más de una docena de ciudades. En imágenes en las redes sociales se pueden ver a mujeres que queman sus velos.
El 22, las autoridades bloquean el acceso a Instagram y WhatsApp, las dos aplicaciones más utilizadas en Irán.
Estados Unidos, Canadá y Reino Unido anuncian sanciones económicas contra la policía de la moral y varios responsables de seguridad.
Contramanifestaciones
Miles de personas, siguiendo un llamado de las autoridades, salen a las calles el 23 para defender el uso del velo.
El 25, el presidente Raisi pide a las fuerzas de seguridad actuar «con firmeza» contra los manifestantes. El jefe del poder judicial amenaza con no mostrar «ninguna indulgencia».
El 26, las autoridades informaron que han detenido a más de 1.200 personas, calificadas de «alborotadores», entre ellas activistas, abogados y periodistas, según oenegés. La ONU insta a Teherán a «la máxima moderación».
El 28, la familia de Mahsa Amini presenta una demanda contra los «autores de su arresto».
Jamenei acusa a EE UU
El 2 de octubre estallan violentos enfrentamientos en Teherán entre estudiantes y fuerzas de seguridad en la universidad de tecnología Sharif, la más importante del país.
Una semana después, numerosas estudiantes de secundaria se manifiestan, quitándose el velo y gritando lemas contra el régimen.
El guía supremo Ali Jamenei acusa a Estados Unidos, Israel y sus «agentes» de fomentar las protestas.
Causa de la muerte de Mahsa Amini: enfermedad
La muerte de Amini se debe a una enfermedad cerebral, y no a un golpe, según un informe médico publicado el 7 por la República Islámica.
El 8, un grupo que apoya las protestas piratea una cadena de televisión estatal y muestra un mensaje contra Jamenei.
Huelgas
El 10, lo movilización llega al sector petrolero, con huelgas y concentraciones en las plantas petroquímicas de Asaluyeh (suroeste), Abadán (oeste) o Bushehr (sur), según IHR.
El 12, abogados se suman a las protestas, bajo el lema de los manifestantes «Mujer, vida, libertad», en Teherán.
Los 27 países de la Unión Europea acuerdan sancionar a los responsables iraníes implicados en la represión.
Incendio y altercados en una cárcel
El 16, al término de una nueva jornada de movilizaciones, un incendio y varios enfrentamientos estallan en la cárcel de Evin, en Teherán, con un balance oficial de cuatro detenidos muertos y más de 60 heridos. En esta cárcel, temida en Irán, se encuentran numerosos presos políticos y extranjeros.
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