El Movimiento Al Socialismo del ex presidente boliviano Evo Morales elegirá este domingo al tándem que competirá por la Presidencia y la Vicepresidencia en los comicios del próximo 3 de mayo.
Entre los candidatos destacan el ex ministro de Exteriores David Choquehuanca y el líder cocalero Andrónico Rodríguez.
Bolivia está sumida en una grave crisis política desde las elecciones presidenciales del pasado 20 de octubre. Morales, que aspiraba a un cuarto mandato, se proclamó vencedor, pero la oposición denunció un fraude gigantesco. La Organización de Estados Americanos se trasladó a confirmar al detectar irregularidades en el proceso electoral.
Morales dimitió el 10 de noviembre, puso fin a sus 13 años de gobierno y partió rumbo a México, donde estuvo casi un mes asilado.
Posteriormente, se trasladó a Argentina donde permanece en calidad de refugiado con buena parte de sus antiguos colaboradores, incluido su vicepresidente Álvaro García Linera.
México ofreció asilo a Evo Morales y recibió a 20 funcionarios bolivianos
El líder indígena se considera víctima de un golpe de Estado porque dimitió después de que las Fuerzas Armadas y la Policía se lo sugirieron. En consecuencia, no reconoce al gobierno de Jeanine Áñez, que tomó las riendas de forma interina.
Luego de una fuerte inestabilidad, finalmente el MAS y los aliados de Áñez en el Congreso llegaron a un acuerdo para celebrar elecciones el 3 de mayo; no obstante, prohibieron expresamente que Morales y Álvaro García Linera fueran candidatos, por lo que el líder izquierdista se ha limitado a dirigir la campaña del MAS desde Buenos Aires.
Como parte de este proceso electoral, el MAS celebrará unas elecciones primarias para designar a sus aspirantes al Palacio Quemado, las primeras en las que Morales no participará en más de 20 años.
Sin embargo, el indígena ganó las celebradas en todo el territorio en 2019 con 35% de los votos.
Los candidatos
Con sus declaraciones, el propio Morales ha ido confeccionando la lista de presidenciables. En la lista hay líderes cocaleros e indígenas, ex ministros y mujeres, aunque los nombres están casi decididos.
Señaló directamente al dirigente cocalero Andrónico Rodríguez, a los ex ministros de Exteriores, Diego Pary y David Choquehuanca; al ex ministro de Economía, Luis Arce, y a la senadora Adriana Salvatierra. «Cada uno tiene su propia cualidad», dijo.
El Pacto de Unidad apostaron por Choquehuanca y Rodríguez como candidatos a presidente y vicepresidente, respectivamente. El pacto aglutina a organizaciones sociales de indígenas, campesinos, sindicalistas y mujeres, todas afines al MAS.
«Se definió al hermano David Choquehuanca como presidente, y como vicepresidente al hermano Andrónico Rodríguez. Es una decisión de todas las organizaciones», anunció el pasado jueves Teodoro Mamani, del Pacto de Unidad.
De todos los nominados la única sorpresa fue Rodríguez. Hace tiempo que suena como potencial heredero político de Morales porque tiene un perfil muy parecido, pero no se esperaba un ascenso tan rápido, habida cuenta de que el ex presidente contaba con estar otros cinco años al mando.
Con tan solo 30 años es el vicepresidente de la Coordinadora de las Seis Federaciones de Cocaleros del Trópico, organización sindical de la que surgió Morales. En estos días se ha mostrado dispuesto a asumir el reto y admite que hay que hacer autocrítica, pero está decidido a defender los grandes aciertos de los últimos años.
Choquehuanca, por su parte, ha estado siempre en las quinielas. Al igual que Morales, es un indígena aymara que comenzó en la lucha sindical campesina. En 2006 fue designado ministro de Exteriores, cargo que ocupó hasta 2017, cuando pasó a ser secretario general de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, donde aún continúa.
Pary es una figura similar a Choquehuanca. Indígena quechua, también vinculado a los sindicatos campesinos aunque en menor medida; se dedicó a sus estudios de Pedagogía por lo que tiene un perfil más académico. Está con Morales desde su primer gobierno y antes de ocupar la Cancillería representó a Bolivia en la OEA.
Arce, en cambio, destaca por su solvencia técnica. Ha sido el ministro de Economía de Morales prácticamente durante toda su estancia en el Palacio Quemado, salvo un paréntesis de año y medio. Desde la comunidad internacional se le señala como el artífice del milagro económico de Bolivia.
Salvatierra, por su parte, es la única mujer en la carrera por la nominación presidencial del MAS. Al igual que Rodríguez ha tenido una carrera meteórica. Con sus 30 años de edad era la presidenta del Senado hasta la dimisión de Morales, a la que siguió la suya. De haberse mantenido, podría haber recaído sobre ella la Presidencia interina del país.
Sin clara oposición
Las primarias de este fin de semana suponen una sucesión acelerada para la que Morales, que llegó a confesar que «le quitaba el sueño» no tener un delfín claro, y el MAS aún no se habían preparado.
Sin embargo, la principal ventaja de quien resulte elegido candidato presidencial del MAS es que no tendrá una oposición clara. Áñez ha asegurado que no competirá en las urnas y entre los detractores de Morales no ha cuajado la idea inicial de lanzar una candidatura de consenso.
Carlos Mesa y Chi Hyun Chung, que participaron en los comicios del 20 de octubre, anunciaron que repetirán, mientras que los jefes de los comités cívicos de Santa Cruz y Potosí, Luis Fernando Camacho y Marco Antonio Pumari, acordaron ir juntos como candidatos a la Presidencia y a la Vicepresidencia, respectivamente.
El último en sumarse a la lista de candidatos presidenciales es Jorge ‘Tuto’ Quiroga, que ya gobernó Bolivia brevemente entre 2001 y 2002. En el contexto de la crisis política resurgió como delegado presidencial de Áñez ante la comunidad internacional, si bien decidió seguir su propio camino.
La presidente interina advirtió a Quiroga, en un mensaje extensible al resto de aspirantes, de que si se dispersa el voto entre los críticos con Morales podría perjudicar su lucha por salir de la tiranía.
Morales, en un tono parecido, también alertó a los suyos en contra del exceso de confianza. Así que encomendó a quien salga ungido este domingo como su sucesor, dedicarse plenamente a la tarea de «revertir el golpe» el próximo 3 de mayo.