Un joven resultó herido de bala mientras se realizaba una marcha estudiantil este viernes en el centro de Santiago, donde encapuchados provocaron episodios de violencia, en la primera protesta que enfrenta el presidente izquierdista Gabriel Boric tras dos semanas en el gobierno.
«Hay un joven herido producto de un disparo», dijo el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, al precisar que fue con un arma de un «funcionario de tránsito, no de control de orden público».
La ministra del Interior, Izkia Siches, reunida en la vecina ciudad de Viña del Mar con Boric, precisó que se trata de un joven de 19 años «que resultó con un impacto de bala en el tórax» y calificó el hecho de «gravísimo».
Los titulares de Educación, Marco Aguilar, y de Salud, María Begoña Yarza, que participaban junto con el mandatario en una reunión extraordinaria de ministros y parlamentarios de la coalición de gobierno, viajaron de inmediato a Santiago para conocer el estado de salud del joven.
Según la policía, el funcionario disparó su arma de servicio para defenderse cuando junto con otros compañeros que desviaban el tránsito para agilizar el paso de la marcha fueron atacados por un grupo de desconocidos.
«La proporcionalidad será investigada y sus detalles serán puestos a disposición de las instancias correspondientes», dijo la general de Carabineros Marcela González.
Funcionarios atacados con piedras
La Fuerza Aérea de Chile informó que a tres de sus funcionarios los atacaron con piedras y otros elementos por asistentes a la marcha.
«Es muy importante que la labor de resguardo del orden público siempre esté acompañado de la protección de los derechos humanos de las personas», indicó la vocera del gobierno, Camila Vallejo.
«Esto va a implicar el gran desafío que tenemos por delante como gobierno (…) que es la reforma de los Carabineros», una institución cuestionada por su actuar para controlar manifestaciones sociales, agregó.
Piden a Boric unirse a la lucha
«Boric, escucha, únete a la lucha», gritaron columnas de estudiantes a su paso frente al Palacio presidencial de La Moneda.
Los manifestantes pidieron aumento del monto de la tarjeta de alimentación que les entrega el Estado, equivalente a unos dos dólares por día.
«Esta beca no se ha aumentado según la inflación en doce años, lo que es inaceptable (…) no alcanza con la plata hoy en día», dijo Ale, estudiante de derecho, de 21 años de edad, a la AFP.
«Boric si hoy día es presidente de la República es gracias al movimiento estudiantil. Sabemos que él debe tener un compromiso permanente con la educación, que no ha mejorado», afirmó por su lado Sebastián, también estudiante de derecho.
Simultáneamente, alumnas de secundarias se sumaron a la marcha para protestar por las denuncias de abuso y acoso en los colegios.
Hace una década, Boric encabezaba como líder estudiantil marchas en reclamo de una educación pública, gratuita y de calidad en Chile.
«A puro pan y té, así nos tiene la tarjeta de la Junaeb (Junta nacional de auxilio escolar y becas)», reclamaron los estudiantes con cantos dirigidos a Boric.
A metros de la sede presidencial, un grupo de encapuchados saqueó una farmacia y rompió una parada del transporte público.
También lanzaron piedras a policías, que esta vez resguardaron los alrededores de la marcha con menos personal, así como a mayor distancia de la columna principal de estudiantes.
Fuerzas especiales actuaron
Para repeler a los encapuchados, personal de las fuerzas especiales lanzó chorros de agua e hizo sonar las sirenas de los autos policiales, aunque esta vez sin lanzar gases lacrimógenos.
Boric propuso en su programa de gobierno avanzar en un sistema de protección más robusto en educación, pensiones y salud.
También prometió avanzar en la condonación de las millonarias deudas que arrastran estudiantes que pidieron un Crédito con Aval del Estado, instaurado en 2006.
Momento cuando los centros educativos no tenían establecidos programas de gratuidad. Que además permitió a muchos estudiantes de clase baja y media acceder a las universidades chilenas a costa de hacer frente a una deuda.
El CAE registra unos 350.000 morosos que acumulan 10.000 millones de dólares en deudas.