A las 8:15 de la noche del jueves 31 de diciembre, un avión de la aerolínea Avianca aterrizaba en el Aeropuerto Internacional El Dorado, en Bogotá, procedente de Orlando, Estados Unidos, cuando las alas y uno de los motores quedaron enredados con el contenido de un globo aerostático, el cual chocó con la aeronave.
En un primer momento, se dijo que se trató de un globo de pirotecnia. Sin embargo, la Federación Nacional de Pirotécnicos le aclaró al diario El Tiempo que fue, en realidad, un globo aerostático.
El avión, de matrícula N557AB, no registró daños de consideración, pero fuentes aseguraron que la situación sí obligó a que se desplegara un dispositivo de emergencia en la pista 13 L del aeropuerto bogotano.
De inmediato, se abrió una investigación y las autoridades aeroportuarias recordaron que está prohibido el uso de este tipo de objetos en las inmediaciones del puerto aéreo.
El Tiempo estableció que personal de la Aerocivil y de la FAC ayudaron a atender la situación.
Fuentes de esa aerolínea, sin embargo, le explicaron a El Tiempo que «el vuelo nunca se declaró en emergencia». Y aclararon: «No hubo contratiempos». Por este incidente, la Aeronáutica Civil ya inició una investigación.
Agregaron que «el globo alcanzó el avión durante el aterrizaje, ya habiendo tocado pista», pero fueron enfáticos en que «la gente desabordó sin problemas».
«Sí hubo una inspección de bomberos por protocolo, pero no reportaron daños graves en el avión», manifestaron.
Expertos le dijeron a El Tiempo que si el material interno del globo aerostático hubiera ingresado a uno de los motores del avión se habría ocasionado una tragedia.