Al menos un civil muerto y otro herido dejaron hostigamientos perpetrados la madrugada de este miércoles por presuntos disidentes de las FARC contra tres estaciones de policía en el convulso departamento colombiano del Cauca (suroeste), denunció este miércoles el Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC).
«Hostigamiento en la madrugada de hoy a la subestación de Policía en el corregimiento (caserío) de Mondomo, jurisdicción de Santander de Quilichao, Cauca, deja un civil muerto y otro herido», señaló en X (antes Twitter) el CRIC, que publicó un video en el que se ve a la población atender a la persona herida.
Los criminales además atacaron las estaciones de policía de los municipios de Suárez y Cajibío, en una escalada de violencia que arrancó el fin de semana y que ha afectado a comunidades de varias poblaciones de ese departamento.
Tras los ataques, la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (ACIN) escribió en sus redes sociales: «El cese al fuego no puede aplazarse un día más. La población indígena se encuentra bajo fuego. ¡Exigimos el respeto a la vida!».
Esto porque el Estado Mayor Central (EMC), la mayor disidencia de las FARC y a la que se acusa de estos ataques, prepara con el gobierno un acuerdo de cese el fuego bilateral que esté vigente cuando comiencen las conversaciones formales de paz.
El gobierno y el EMC ya tuvieron un cese el fuego que comenzó en enero y que fue roto de forma parcial en mayo -antes de que se cumplieran los seis meses fijados- en cuatro departamentos, después de que las disidencias asesinaron a cuatro menores de edad indígenas a quienes habían reclutado.
Desde entonces, el gobierno ha tratado de parar la expansión de la principal disidencia de las FARC, formada por unas 3.000 personas y comandada por alias Iván Mordisco, mientras que estos han multiplicado sus ataques contra la fuerza pública, sobre todo en el suroeste del país.
Violencia desbordada en el Cauca
En los últimos días, una arremetida de las disidencias en el municipio Jambaló atemorizó a la población de esta localidad, que vio durante el fin de semana atentados y ataques de los criminales contra helicópteros del Ejército.
En este pueblo, donde más de 90% de la población es indígena, disidentes de la columna Dagoberto Ramos, que hace parte del EMC, hostigaron el domingo de madrugada al pueblo y las instalaciones policiales.
En este hecho, en el que se utilizaron armas de fuego y artefactos explosivos, resultaron heridos dos policías que se encuentran estables.
Al mismo tiempo, los atacantes dinamitaron la sede del Banco Agrario y se robaron un cajero automático, algo que las autoridades manifestaron que alterará «la normal operación y entrega de recursos a los ciudadanos».
Los hostigamientos continuaron y el lunes se conocieron imágenes de cómo un helicóptero del Ejército colombiano evade los disparos de disidentes, algo que, según dijeron a Efe fuentes del Ejército, no afectó ni a la aeronave ni a los uniformados.