Jacinta Alan es la primera ministra del Estado de Victoria en Australia y ha sido quien ha decidido crear el cargo de Secretario Parlamentario para el Cambio de Comportamiento de los Hombres. Es posible que cuando Aldous Huxley se enteró de la noticia desde el más allá, haya dado un respingo, impresionado por el ingenio de la realidad que ya supera con creces su ficción.
¿Por qué?
Alan, la primera ministra de Victoria, empezó en la política a los 19 años. No ha trabajado nunca en nada más que en la política, que es lo que se estila en el mundo. Es posible que más de uno se haya preguntado el porqué de los dislates ideológicos que hoy se suceden, del mismo modo que se preguntaba Mourinho el porqué de los favores arbitrales al FC Barcelona: «Pur qué, pur qué, pur qué».
Los países occidentales están gobernados por políticos que solo han trabajado dentro de la burbuja de los partidos y los parlamentos. Si antes los políticos mayormente eran profesionales que daban el salto a la política y los despropósitos se contaban con los dedos en comparación a los manojos de romería del presente, puede que quepa la posibilidad de que una respuesta a la pregunta sea la ausencia de preparación y la superabundancia de tiempo de trabajo que llenar.
«Relaciones respetuosas»
Una mente llena de experiencias y de saberes puede volcarlos en esa demasía, pero una mente vacía de conocimiento y ejercicio profesional solo puede soltar al mundo los pajaritos preñados enjaulados en la oquedad de su caletre: esa fauna de Wokelandia donde cada vez aparece una especie nueva, la última el Secretario Parlamentario para el Cambio de Comportamiento de los Hombres, ante la cada vez mayor indiferencia de una sociedad que asiste cada vez con menor perplejidad ante semejantes y peligrosas sandeces.
Dice Alan que Tim Richardson, el diputado elegido para desempeñarse como tal secretario, «se centrará en gran medida en la influencia que las páginas web y las redes sociales tienen en las actitudes de niños y hombres hacia las mujeres y en la construcción de relaciones respetuosas». Las «relaciones respetuosas» basadas en el delirante y salvaje señalamiento de los hombres en general, cuyo comportamiento, en general, nada de en particular, se proponen cambiar en el estado de Victoria en Australia por medio de un alucinante intervencionismo social radical que a veces solo parece tener, y eso es lo peor, a Aldous Huxley preocupado.