Tam, el último rinoceronte masculino de Sumatra cuya edad estimada era de 35 años, murió este lunes en Sabah, Malasia, tras una prolongada enfermedad, conformaron autoridades, mientras que la Fundación Internacional Rhino envió un mensaje.
«Se hizo todo lo posible por salvarlo. La causa de la muerte estaba relacionada con la vejez y la insuficiencia multiorgánica, pero se revelarán más detalles después de que se complete el informe de la autopsia», indicó Christina Liew, ministra de Turismo, Cultura y Medio Ambiente de Malasia.
«Además el genoma vivo de Tam se conservará para el cultivo celular. Esperamos que, con las tecnologías emergentes a nivel celular y molecular, aún pueda contribuir con sus genes a la supervivencia de la especie», puntualizó la funcionaria de acuerdo con el diario “The Malay Mail”.
Fuentes del Departamento de Vida silvestre de Sabah, dijeron que la salud de Tam se deterioró en los últimos meses y el rinoceronte falleció rodeado de guardas.
«Tam», es la abreviatura de Kertam; el animal fue capturado por un equipo de vida silvestre en agosto de 2008 cuando tenía aproximadamente 20 años y colocado en un centro de atención administrada en la Reserva de Vida Silvestre Tabin de Sabah.
La International Rhino Foundation, con sede en Texas, ofreció sus condolencias al gobierno de Sabah y a los colegas del equipo de Borneo Rhino Alliance por la pérdida del animal.
«Recuerdo muy bien cuando Tam fue capturado y las grandes esperanzas que todos tenían de que él podría ser el miembro fundador de un exitoso programa de cría en cautividad en Sabah, y unirse a los esfuerzos internacionales de Estados Unidos e Indonesia», dijo Susie Ellis, Ejecutiva Director de la Fundación.
«Lamentablemente, esas esperanzas se vieron frustradas repetidamente durante la próxima década por una serie de incidentes, algunos sociopolíticos, otros biológicos y otros simplemente mala suerte», refirió.
En su página web Internacional Rhino Foundation señaló que “los conservacionistas esperaban que ‘Tam’ pudiera reproducirse naturalmente con ‘Iman’, una hembra capturada en 2014, así como otra hembra rescatada, ‘Puntung’, que tuvo que ser sacricada en 2017″.
“Tam no tenía esperma de alta calidad y ambas hembras tenían tumores que impidieron la concepción. Al no tener otra opción, los conservacionistas de Sabah recurrieron a la tecnología reproductiva avanzada e intentaron producir embriones mediante la fertilización in vitro que podría colocarse en rinocerontes sustitutos”, señaló.
“Los éxitos observados con estas técnicas en otras especies han dependido de muchos años de investigación con animales fácilmente disponibles. Con un conocimiento limitado sobre la fisiología reproductiva del rinoceronte de Sumatra y las complejidades de convertir las células en el laboratorio en embriones viables, estos métodos fueron, en el mejor de los casos, una gran posibilidad”, afirmó.