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«Ucraniagate»: ¿El escándalo más grave de Donald Trump?

por Avatar GDA | La Nación | Argentina

Mucho más grave de lo que se había pensado terminó siendo la queja que interpuso un informante de la comunidad de inteligencia y que hoy tiene al presidente de Estados Unidos Donald Trump, a las puertas de un juicio de destitución.

Tras varias semanas de bloqueo, la Casa Blanca finalmente accedió a entregar al Congreso la demanda que había sido elevada por el informante desde el pasado 12 de agosto.

En ella el informante sostiene, entre otras cosas, que Trump puso en riesgo la seguridad nacional.

Mientras, asegura, el personal de la administración intentó ocultar las pruebas en su conducta.

El informante, que aún no ha sido identificado, se refiere en su queja a la polémica llamada entre Trump y el presidente ucraniano Vladimir Zelensky.

En ella, Trump le pide que investigue a Joe Biden, su más probable rival en las elecciones del 2020, y a su hijo Hunter.

Estos son los puntos claves del documento de siete páginas que en estos momentos está siendo analizado por el Congreso.

Interferir en las elecciones del 2020

El informante sostiene que ha conocido por diversas fuentes que Trump le pidió ayuda al líder de otro país con el objeto de obtener información para beneficiarse electoralmente.

Añade que Trump involucró a Robert Barr, fiscal General de Estados Unidos, y a su abogado Rudy Giuliani, para que le ayudara en ese propósito.

De momento, la oficina de Barr ha dicho que el presidente nunca le habló de sus contactos con Zelensky.

¿Quién es el informante?

Según The New York Times, el informante sería un ‘topo’ de la CIA.

El diario aseguró que de acuerdo con tres fuentes, el agente trabajó alguna vez en la Casa Blanca, pero ya regresó a las dependencias de la agencia.

No se conoce el nombre, pero el diario considera que debe tratarse de un experimentado analista con conocimiento de las relaciones entre Estados Unidos y Ucrania, ya que redactó con gran precisión su denuncia.

Existiría una transcripción literal de la conversación de Trump con Zelensky

Trump ordenó revelar la transcripción de la conversación, pero aclarando que no era literal sino un conjunto de notas que se tomaron el 25 de julio durante la llamada.

El informante dice saber que existe una transcripción palabra por palabra de la misma.

Ahora muchos se preguntan por qué Trump no la entregó o si omitió algo en la que hizo pública.

«Los funcionarios de la Casa Blanca me dijeron que estaban perturbados por lo que había sucedido en la llamada y que había una discusión entre los abogados de la Casa Blanca sobre qué hacer», afirmó.

Tan grave que abogados de Trump trataron de limitar acceso a transcripción

De acuerdo con el informante, varias fuentes le comunicaron que en los días que siguieron a la llamada se dio toda una discusión sobre qué hacer con el récord de comunicaciones.

“Los funcionarios de la Casa Blanca me dijeron que estaban perturbados por lo que había sucedido en la llamada. Que había una discusión entre los abogados sobre qué hacer, pues habrían sido testigos del presidente abusando del poder de su oficina para uso personal», dijo.

Dice, además, que “bloquearon” todos los récords de la llamada. Especialmente la transcripción palabra por palabra.

Ésto para que solo personas de muy alto nivel tuvieran acceso a ella.

Sostiene que durante la llamada hubo al menos 12 testigos, entre asesores y otros funcionarios.

Además, identifica a uno como Ulrich Brechbuhl, funcionario del Departamento de Estado.

«Los funcionarios de la Casa Blanca me dijeron que estaban perturbados por lo que había sucedido en la llamada», sumó.

Mucho más que la llamada

El informante sostiene que Trump y su abogado Giuliani al parecer llevaban más de cuatro meses indagando sobre el caso Biden.

Afirma que un viaje el 2 de agosto de Giuliani a Madrid fue para entrevistarse con un asesor de Zelensky y hacerle seguimiento al pedido de Trump.

Giuliani, de hecho, se habría reunido con muchos otros funcionarios del gobierno de Ucrania con ese mismo propósito.

De acuerdo con el informante, funcionarios del Departamento de Estado se pusieron en contacto con Giuliani, pues estaban preocupados por su interacción con los ucranianos.

Además, dos embajadores de Estados Unidos en Europa se reunieron con funcionarios del gobierno de Ucrania para explicarles cómo proceder ante la solicitud del presidente.

Este jueves, el ex alcalde de Nueva York y abogado de Trump reconoció que sí fue abordado por estos funcionarios, pero que nunca le dijeron que había preocupación.

Trump habría presionado de otras formas

De acuerdo con el informante, el presidente habría utilizado otras estrategias para presionar la investigación de Biden y su hijo.

Entre ellas, varios de sus funcionarios le dejaron claro al entorno de Zelensky que una cita entre él y Trump dependería de si tomaba acciones para investigar a Biden.

Ante ello, canceló el viaje del vicepresidente Mike Pence a la posesión del mandatario ucraniano para demostrarle su determinación.

Republicanos, preocupados

Ya van por lo menos dos senadores republicanos, Mitt Romney y John Thune, que han dicho estar alarmados por lo que dice el informante.

Esto es un dato clave, pues es el Senado el que realizaría el juicio contra Trump y se requieren por lo menos 20 votos de este partido para destituirlo.

Además, llamó mucho la atención que este jueves durante la audiencia del director nacional de Inteligencia, Joseph Maguire, en la Cámara, los republicanos no salieran a defender a Trump frente a las acusaciones.

En su lugar, se enfocaron en temas de procedimiento.

Entre ellos, indagaron cómo pudo haberse filtrado a la prensa la declaración del informante y si era legal que ahora se estuviera haciendo pública su denuncia.

El lado flaco de la declaración del informante

En su queja, el informante aclara que no estuvo presente en la llamada, pero que varias fuentes lo pusieron al tanto de todos los detalles.

Es probable que Trump y sus aliados lo desacrediten por eso.

Pero también que este termine dando los nombres de sus fuentes y estos, a su vez, dando su versión al Congreso.

Además, y esto ya empezó a suceder, Trump y los republicanos han comenzado a calificar al informante de ser una persona que odia al presidente y de actuar por razones políticas.

Eso, no obstante, choca con las versiones tanto del inspector general de la Comunidad de Inteligencia, Michael Atkinson, como de Maguire.

Atkinson, al remitir la queja a sus jefes, sostiene que se trata de información creíble y urgente. Mientras que Maguire, en su testimonio este jueves en el Congreso, dijo que la actuación del informante había sido impecable, pues se ajustó a los parámetros de la ley que regula la denuncia de un soplón.

¿Amenaza de Trump?

De acuerdo con múltiples reportes de prensa, Trump dijo durante una charla con funcionarios de su país en Naciones Unidas que quería averiguar la identidad de la persona, o personas, que filtró los datos de la llamada y otros detalles al informante anónimo porque, a su juicio, eso equivalía a ser casi un espía.

Acto seguido, les preguntó a los asistentes que si sabían lo que antes se hacía con los que espiaban o traicionaban. Delitos que en el pasado se pagaban con la muerte.