Los primeros integrantes del llamado «Centro de Coordinación Conjunto» previsto para supervisar el corredor marítimo de cereales desde los puertos ucranianos acordado el viernes pasado, han llegado a Estambul, según informó este domingo la emisora CNNTürk.
La llamada Oficina del Grano estará integrada por representantes ucranianos, rusos, turcos y de Naciones Unidas, en total unas veinte personas, añadió la fuente sobre los primeros detalles del pacto a los que dice haber tenido acceso.
«La sede del acuerdo firmado con Ucrania y Rusia será el campus de la Universidad de Defensa Nacional en el distrito de Levent de Estambul. Un almirante turco dirigirá el equipo», puntualizó.
Según la emisora, «los ucranianos y los rusos trabajarán normalmente en salas separadas» y sólo en caso de necesidad se reunirán de forma presencial en el centro, que se espera esté operativo en poco tiempo.
Estas revelaciones se producen un día después de que Rusia atacara con misiles la ciudad portuaria de Odesa, clave para las exportaciones de grano sobre las que el día anterior se había alcanzado el acuerdo con el auspicio de Turquía y Naciones Unidas.
Los ataques desataron las condenas de la ONU, la Unión Europea y Estados Unidos, mientras que Turquía, tras transmitir un supuesto desmentido de Moscú pidió calma y continuar con los esfuerzos para lograr el desbloqueo de los granos ucranianos.
En un comunicado, el ministro turco de Defensa, Hulusi Akar, dijo ayer que los ucranianos le habían informado de que en los ataques fue alcanzado uno de los silos donde se almacenan los cereales, mientras que otro misil cayó en una zona cercana a un silo.
Al mismo tiempo, indicó que la parte rusa le había asegurado no tener «absolutamente nada que ver con esos ataques».
Akar abogó por que «estos hechos y otros similares se dejen de lado lo antes posible y se empiece a trabajar cuanto antes en línea con el acuerdo que hemos alcanzado».
Rusia, por su parte, sí admitió hoy la autoría de los ataques del sábado a Odesa, aunque no confirmó que sus misiles golpearan silos con grano al asegurar que habían destruido objetivos de la infraestructura militar del puerto de la ciudad.
El pacto alcanzado por Moscú y Kyiv el viernes en Estambul, con la presencia del secretario general de la ONU, António Guterres, y el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, debería posibilitar las exportaciones a través del Mar Negro del grano ucraniano bloqueado por la guerra.
Según Guterres, se acordó asimismo «facilitar el acceso sin trabas» de alimentos y fertilizantes rusos a los mercados mundiales.
El propósito del centro estambulí es verificar el cumplimiento de lo firmado por las cuatro partes del acuerdo, que entre otros prevé inspecciones por parte de la ONU y de Turquía de los buques de carga que naveguen por el Mar Negro, en respuesta a los temores rusos de que puedan transportar armas para Ucrania.
Los cargamentos no contarán con escolta militar, aunque podrán ser seguidos y monitorizados con medios propios de la ONU.
Alrededor de 22 millones de toneladas de trigo, maíz y otros cereales almacenados en silos de tres puertos ucranianos -Odesa, Pivdennyi y Chornomorsk- deberán ser transportados así a los mercados internacionales.
«Estos productos se necesitan desesperadamente para abordar la crisis alimentaria mundial y aliviar el sufrimiento de millones de personas necesitadas en todo el mundo», recordó ayer, sábado, el portavoz de Guterres, Farhan Haq.
«La plena implementación por parte de la Federación Rusa, Ucrania y Turquía es imperativa», añadió el portavoz en un comunicado publicado en Twitter, en el que transmitió la condena de Guterres a los ataques ruso a Odesa.
El acuerdo firmado no prevé un alto el fuego ni en Odesa ni en ninguno de los otros puertos ucranianos.