La viceprimera ministra de Ucrania, Yulia Svyrydenko, reclamó este miércoles a la Unión Europea que el décimo paquete de sanciones contra Rusia incluya a Rosatom, la empresa estatal rusa encargada del desarrollo de la energía nuclear.
«Debe haber un mensaje claro de la UE y de Estados Unidos sobre la industria nuclear, sobre Rosatom, porque de lo contrario (los rusos) continuarán actuando como un Estado terrorista», dijo Svyrydenko en declaraciones a la prensa, antes de participar en la reunión que los embajadores de los Veintisiete ante la UE celebran hoy en Bruselas con la intención de acordar el décimo paquete de sanciones.
La viceprimera ministra de Ucrania y ministra de Economía aseguró que Rusia se comporta de forma «terrorista», ocupando la central nuclear de Zaporiyia -la más grande de Europa- que controla a través de Rosatom, aunque son los trabajadores ucranianos quienes realizan las labores de mantenimiento.
La petición de Kyiv, que lleva meses solicitando a la UE que sancione a la industria nuclear rusa, se produjo después de que el presidente Vladímir Putin anunciase ayer que Moscú suspende el cumplimiento del Nuevo START, el último tratado de desarme nuclear aún vigente entre Rusia y Estados Unidos.
Svyrydenko reclamó también más sanciones contra el sector financiero de Rusia, contra la exportación de sus diamantes y contra los propagandistas que diseminan noticias falsas sobre la guerra en Ucrania y contra los responsables de deportar niños ucranianos a Rusia para su adopción.
Los países de la UE podrían acordar este miércoles el décimo paquete de sanciones contra Rusia, de tal forma que pueda entrar en vigor el próximo viernes, coincidiendo con el primer aniversario de la invasión.
Unas medidas restrictivas por un valor de 11.000 millones de euros, según la Comisión Europea, que se centrarán, principalmente, en prohibir la exportación a Rusia de productos tecnológicos que necesita para sus sistemas armamentísticos.
La UE también tratará de dificultar aun más la elusión de las sanciones, por lo que seguirá identificando los bienes de los oligarcas rusos sancionados y buscará la forma de poder usar los activos congelados del Banco Central ruso para la reconstrucción de Ucrania.
Svyrydenko señaló que «la reconstrucción de Ucrania requerirá una gran cantidad de dinero», por lo que «una de las fuentes obvias» para levantar al país «puede ser estos activos congelados».
La viceprimera ministra de Ucrania va a discutir precisamente con los embajadores de la UE la posibilidad de que empresas europeas participen en la reconstrucción del país, cuya economía cayó el año pasado 30%, tanto por el descenso del consumo como de la producción, según explicó Svyrydenko.
Por eso, uno de los retos, más allá de la reconstrucción de las infraestructuras, será el de impulsar a las pequeñas y medianas empresas, lo que requerirá, dijo, que puedan volver a Ucrania los 4,6 millones de refugiados que actualmente están en la UE, principalmente en Polonia.