Las autoridades de Ucrania apremiaron este lunes a Rusia a abrir un corredor humanitario seguro con Mariúpol, donde se estima que siguen unos 100.000 civiles, además de las tropas ucranianas que resisten en la asediada ciudad portuaria.
«La situación en Mariúpol se ha agravado. Llamo a los líderes político-militares de la Federación Rusa a abrir un corredor humanitario desde Mariúpol a Berdyansk», afirmó la viceprimera ministra ucraniana, Iryna Vereshchuk, en su cuenta en Telegram.
Los bombardeos sobre esta estratégica ciudad, bajo asedio desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania el pasado 24 de febrero, se han intensificado en las últimas horas. Este domingo al mediodía expiró el ultimátum dado por Moscú para que se rindieran las últimas tropas resistentes.
Los soldados ucranianos están atrincherados en la factoría acerística de Azovstal, donde asimismo se han refugiado miles de civiles, según afirmaron hoy fuentes locales.
La propia Vereshchuk había informado esta mañana de que este lunes no habría corredores humanitarios, después de que ya ayer no se lograran garantías de seguridad de la parte rusa.
Tampoco se llegó a un acuerdo para hacer operativos los corredores de evacuación en otros puntos del país, como Berdyansk, Tokmak, Energodar, en la ocupada región de Jersón y en la prorrusa región de Lugansk, objetivo hoy de ataques rusos.
Hoy es el segundo día consecutivo en que los ucranianos no pueden abrir estos pasillos humanitarios por falta de seguridad.