El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, asistirá el sábado por la noche a la pelea del año en Nueva York, que enfrentará a Jon Jones y Stipe Miocic por el título de peso pesado de UFC. Una nueva muestra de que al magnate le encantan las Artes Marciales Mixtas (MMA).
Según la cadena CNN, se espera que el republicano de 78 años regrese triunfalmente al Madison Square Garden, el lugar legendario donde organizó una controvertida reunión a menos de dos semanas de las elecciones presidenciales. Allí un comediante hizo comentarios que luego fueron denunciados como racistas hacia la población puertorriqueña.
Donald Trump, quien venció al demócrata Joe Biden el pasado 5 de noviembre, consiguiendo retomar el control del Senado para los republicanos y mantuvo el de la Cámara de Representantes, aprecia a los tipos duros y los deportes de combate como las MMA. El expresidente (2017-2021) fue pionero del deporte ofreciendo los auditorios de sus casinos.
En 30 años, el MMA ha pasado de ser un deporte «paria» a un «poder político», señaló Campbell McLaren, cofundador de la Ultimate Fighting Championship (UFC), la organización más prestigiosa de MMA. Ahora dirige Combate Global, una franquicia dirigida a los latinos, un electorado entre el cual Trump ha logrado avances.
«Creo que la UFC, Dana White y ciertamente Joe Rogan jugaron un papel muy importante en la popularidad de Donald Trump, especialmente entre los hombres jóvenes», aseguró en una entrevista con el sitio web Sportico.
Joe Rogan es un famoso comentarista de deportes de combate pero sobre todo un locutor de radio conservador cuyo podcast es el más descargado en Estados Unidos. Dana White, hombre fuerte de la UFC, se encuentra entre los íntimos de Donald Trump, quien lo invitó al escenario durante su discurso de victoria el 6 de noviembre. Un punto de inflexión, para algunos.