El presidente Donald Trump retrocedió este jueves en su ofensiva comercial contra México, al declarar que los productos de ese país incluidos en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (T-MEC) quedarán exentos de aranceles hasta el 2 de abril.
Esta decisión se tomó después de que las tarifas aduaneras generaran incertidumbre en los mercados, las empresas y los consumidores. Además, las encuestas indican que los estadounidenses tampoco están completamente convencidos.
«México no tendrá que pagar aranceles sobre nada que esté incluido en el acuerdo T-MEC (…) hasta el 2 de abril», publicó el presidente Donald Trump en su red social Truth Social. Esto abarca la gran mayoría de los productos mexicanos.
El 2 de abril comenzarán a aplicarse los aranceles «recíprocos», los cuales implican que cada país impondrá un nivel de tarifas aduaneras similar al de los aranceles establecidos por el otro país a los productos estadounidenses.
Por ahora Trump ha suspendido 25% de aranceles contra México que había anunciado a principios de febrero y que comenzaron a aplicarse el martes, luego de una pausa inicial de un mes.
El T-MEC, recordó AFP, establece que no debe haber impuestos sobre los productos intercambiados entre los tres países, siempre que estos cumplan con las condiciones estipuladas en el acuerdo, y la gran mayoría de los productos mexicanos las cumple.
El presidente republicano explicó que su decisión de retroceder fue tomada por «consideración hacia la presidenta (Claudia) Sheinbaum», con quien conversó por teléfono este jueves.
«Nuestra relación ha sido muy buena y estamos trabajando duro, juntos, en la frontera, tanto en términos de impedir que los migrantes ilegales entren a Estados Unidos como en la lucha contra el fentanilo», afirmó.
«Gracias», dijo Trump
«¡Gracias a la presidenta Sheinbaum por su arduo trabajo y cooperación!», escribió Trump, quien previamente la había calificado de mujer «maravillosa».
Sheinbaum confirmó que la colaboración con Estados Unidos «ha dado resultados sin precedentes» y expresó que seguirán trabajando juntos «particularmente en temas de migración y seguridad, que incluyen la reducción del cruce ilegal de fentanilo hacia los Estados Unidos, así como de armas hacia México».
Desde el martes, Estados Unidos también impuso 25% de aranceles a los productos canadienses, excepto a los hidrocarburos, que están gravados al 10%.
Se anticipa que Canadá también recibirá una exención, según el secretario de Comercio, Howard Lutnick, quien indicó el miércoles por la mañana en el canal CNBC que era «probable» que se aplicara a «todos los bienes y servicios cubiertos» por el T-MEC, provenientes de ambos países.
El miércoles, Washington ya concedió una exención de un mes al sector automotriz, a solicitud de los fabricantes estadounidenses, preocupados por el impacto en sus cadenas de suministro.
Ottawa mantiene la presión
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, respondió rápidamente el jueves señalando que incluso con estas medidas «seguirá en guerra comercial desencadenada por Estados Unidos durante el futuro previsible».
«Nuestro objetivo sigue siendo la eliminación de estos aranceles, de todos los aranceles», agregó, calificándolos una vez más como «injustificados». Sin embargo, dejó abierta la posibilidad de negociación.
Ottawa ya había anunciado aranceles de represalia sobre ciertos productos estadounidenses y afirmó que la lista se ampliaría con el tiempo.
México se tomó su tiempo para responder. La presidenta Sheinbaum mencionó que,si no se llegaba a un acuerdo anunciaría medidas el domingo, estrategia que parece haber dado resultados.
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