Donald Trump, presidente de Estados Unidos, anunció este sábado que retrasará dos semanas» la deportación de inmigrantes, a la espera de que demócratas y republicanos encuentren soluciones a los problemas en la frontera con México.
«A solicitud de los demócratas, he retrasado el Proceso de Remoción de Inmigración Ilegal (Deportación) por dos semanas para ver si demócratas y republicanos pueden reunirse y encontrar una solución a los problemas de asilo y los vacíos legales en la frontera sur», escribió Trump en Twitter.
Pero advirtió: «si no, comienzan las deportaciones».
Medios locales informaron este viernes que el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE, en inglés) planeaba iniciar desde este domingo redadas masivas en diez ciudades para aumentar las deportaciones de familias indocumentadas que han recibido órdenes de expulsión, tras la amenaza emitida en Twitter por Trump.
Según las versiones de prensa, la operación podría afectar a hasta 2.000 familias de indocumentados en las ciudades de Nueva York, Miami (Florida), Houston (Texas), Los Ángeles y San Francisco (California), Chicago (Illinois), Atlanta (Georgia), Nueva Orleans (Luisiana), Baltimore (Maryland) y Denver (Colorado).
De acuerdo con el diario The Washington Post, el propio Trump ha ordenado la operación, después de tuitear el pasado lunes que ICE iniciaría la próxima semana un proceso para deportar a «millones» de indocumentados.
El director en funciones de ICE, Mark Morgan, aseguró el viernes a la cadena televisiva ABC News que la agencia no tiene planes de iniciar deportaciones de «millones» de indocumentados.
Pero Morgan ya adelantó el miércoles que su agencia sí planeaba una operación contra unas 2.000 familias de indocumentados que habían llegando recientemente al país.
ICE envió cartas en febrero a esas familias, que habían sido sometidas a un juicio exprés y quedaron sujetas a órdenes de deportación, para informarles de que tenían hasta marzo para cooperar con las autoridades migratorias y abandonar voluntariamente el país.
En declaraciones a la prensa el miércoles, Morgan insinuó que si esas familias no cooperaron con ICE, los agentes podrían tratar ahora de encontrarlas y deportarlas.
La amenaza de redadas desató una avalancha de reacciones, principalmente de autoridades y organizaciones proinmigrantes.
La presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, pidió hoy a Trump, que suspenda las redadas «sin corazón».
Pelosi recordó al gobernante que así como «habló sobre la importancia de evitar el daño colateral de 150 vidas en Irán» cuando desistió de un ataque en ese país en respuesta al derribo de un dron estadounidense, hiciera lo mismo para evitar «el daño colateral a decenas de miles de niños que están asustados por sus acciones».