Donald Trump, presidente estadounidense, reconoció este viernes que los demócratas cuentan con los votos para proceder con la apertura del juicio político en su contra.
Aseguró que el Senado, de mayoría republicana, le absolverá porque es «un fraude».
«Los demócratas, desafortunadamente, tienen los votos para llevar fácilmente adelante el proceso», indicó Trump.
Advirtió que «van a pagar un tremendo precio» de cara a las elecciones presidenciales del próximo año si finalmente se lleva a cabo el juicio político.
Confianza en el Senado
El mandatario expresó su confianza en que los republicanos, con mayoría en el Senado y donde se decidirá en última instancia el proceso, se pondrán de su lado.
«Tenemos una gran relación con el Senado. Los senadores ven esto como un fraude», remarcó.
La Cámara de Representantes, presidida por la demócrata Nancy Pelosi, necesita una mayoría simple de 218 legisladores para enviar los cargos de acusación al Senado.
Los demócratas ocupan 235 escaños los 435 de esa Cámara.
El Senado, por su parte, debería contar con el respaldo de dos tercios de la cámara, 67 senadores, para destituir al presidente, algo que actualmente parece poco factible dada la mayoría republicana en la cámara alta.
El juicio político a Trump
El país vive una crisis política después de que Pelosi anunciase una investigación para iniciar un posible juicio político contra Trump a raíz de una conversación telefónica que el mandatario mantuvo el 25 de julio con el presidente ucraniano, Vladímir Zelenski.
En ella, el mandatario pidió a su homólogo ucraniano investigar al ex vicepresidente Joe Biden, actual aspirante a la candidatura demócrata para las presidenciales de 2020, y a su hijo Hunter por presunta corrupción en ese país.
Golpe de Estado
Este miércoles, en rueda de prensa, el mandatario acusó a los demócratas que querer llevar a cabo un «golpe» y calificó el juicio político como un «delito fraudulento» contra el pueblo.
La llamada de julio entre Trump y Zelenski provocó que un funcionario de Inteligencia presentara en agosto una queja interna, que tras una pugna política entre el Congreso y el Gobierno se hizo pública la pasada semana.
Según esa denuncia, desvelada por el Comité de Inteligencia de la Cámara Baja, el espía se quejaba «de que el presidente de Estados Unidos está utilizando el poder de su cargo para solicitar la interferencia de un país extranjero en las elecciones estadounidenses de 2020».