La única forma de facilitar la caída del régimen de Nicolás Maduro es cortar sus lazos económicos con Rusia, su principal sostén. Esta fue la certeza que quedó tras las reuniones entre el presidente Juan Guaidó y su equipo con altos funcionarios estadounidenses, incluido el presidente Donald Trump, aseguró el diario ABC de España.
En ese escenario también coincidieron los senadores demócratas y republicanos, que brindaron recientemente un aplauso bicameral a Guaidó.
“El verdadero sostén del régimen de Nicolás Maduro es Rusia, que se dispone a invertir 5.000 millones en la extracción de crudo y 1.000 millones en la minería del oro y los diamantes de Venezuela”, reseñó el medio español.
Sanciones secundarias
Afirma que esa certeza motivará una serie de duras sanciones que el gobierno estadounidense planea anunciar en los próximos días. Tras meses de dudas, se plantea aprobar finalmente las sanciones secundarias, que implicarían penalizar a aquellos que compren el crudo y otros productos al régimen. La medida afectaría no solo empresas rusas como Rosneft, sino también estadounidenses como Chevron o españolas como Repsol.
El Tesoro norteamericano ha aprobado hasta ahora sanciones primarias o directas, que afectan solo al régimen y varios de sus jerarcas.
“Ya sea Rosneft, Reliance, Repsol o Chevron aquí en Estados Unidos, yo ahora tendría cuidado respecto a sus actividades en Venezuela que apoyan directa o indirectamente a la dictadura de Maduro. Estamos solo a medio camino y solo vamos a movernos en una dirección, que es hacia adelante. Y sus actividades son claramente preocupantes”, dijo un alto funcionario en la Casa Blanca.
El representante especial de Estados Unidos para la crisis venezolana añadió: “Los rusos pronto descubrirán que su continuo apoyo a Maduro ya no seguirá saliéndoles gratis. Otros que continúan beneficiándose o apoyando a Maduro deberían tomar sus precauciones. Y, en general, verán que en las próximas semanas anunciamos medidas que demuestran la seriedad de nuestras intenciones”.
Rosneft en la mirilla
El gran objetivo de las sanciones secundarias, de acuerdo con el medio español, es la petrolera rusa Rosneft. Según cálculos del gobierno norteamericano, esa compañía rusa ya distribuye dos tercios del crudo que extrae el régimen que, por medio de un despacho en Panamá, acaba sobre todo en India y China. Rusia cobra también comisiones por la distribución, en un negocio redondo.
Desde que hace un año Washington reconoció a Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela, Rusia ha estrechado sus lazos políticos y económicos con Maduro con la finalidad de impedir un cambio político. En septiembre de 2019, Moscú prometió invertir 5.000 millones de dólares (4.600 millones de euros) en las explotaciones petrolíferas. Actualmente estas operan apenas a 8,5% de su capacidad, según cifras de venta de enero.
«Oro de sangre»
El Kremlin también ha ayudado en la extracción de lo que opositores de Maduro llaman “oro de sangre”. El compromiso desde Moscú es invertir 1.000 millones en ese sector. El oro luego se vende y se distribuye en países como Emiratos Árabes Unidos, Uganda y Turquía, según investigación de Lorena Meléndez y Lisseth Boon.
“Moscú ayuda a Venezuela a contrarrestar las sanciones impuestas por Estados Unidos con respecto a las industrias de extracción de petróleo y oro, así como en sectores financieros y bancarios. Ha ayudado al país a encontrar mercados alternativos para la venta de petróleo y oro, y para transportar y procesar estos productos para evitar las sanciones”, aseguró Vadim Grishin, profesor adjunto de la universidad George Washington.
Hace apenas una semana la organización Human Rights Watch denunció los abusos a los que son sometidos los trabajadores de la minería del oro en el estado Bolívar. El informe correspondiente calificó de «horrendos» esos abusos. Esas extracciones se producen con el permiso o directamente bajo las directrices del régimen.
Las fuentes consultadas por ABC indican que el régimen de Maduro lanzó el resto de intentar tomar por la fuerza la Asamblea Nacional el 5 de enero porque necesita del Poder Legislativo para autorizar los contratos de explotación de los pozos de petróleo y las minar de oro. Sin el visto bueno de la Asamblea, que controlan los opositores a Maduro, esos contratos en teoría no tienen validez.