En medio de la respuesta federal al huracán María, el presidente Donald Trump preguntó si Estados Unidos podía vender a Puerto Rico, según la exsecretaria de Seguridad Interna Elaine Duke.
En una entrevista concedida al diario The New York Times y publicada este fin de semana, Duke sostuvo que en uno de los momentos más difíciles de la emergencia a que se enfrentaba la Isla, Trump cuestionó si el gobierno federal pudiera dejar de poseer a Puerto Rico o “venderlo”.
“Las ideas iniciales del presidente eran más como las de un empresario”, indicó Duke.
La exalta funcionaria sostuvo que entre las preguntas de Trump durante una reunión relacionada a la respuesta del gobierno federal tras el huracán María estuvieron: “¿Podemos subcontratar la electricidad? ¿Podemos vender la Isla? ¿Ya sabes o dejar de poseer ese activo?”.
Previamente, The New York Times había indicado que Trump comentó en 2018 a un funcionario de su gobierno si era posible cambiar a Puerto Rico por Groenlandia.
Según Duke, las ideas nunca fueron consideradas o discutidas con seriedad después, pero reflejaban la mentalidad de Trump cuando tuiteaba en contra de los políticos de la Isla.
Informes
En el primer informe del grupo de trabajo de la Casa Blanca del presidente George W. Bush sobre el status político de Puerto Rico se planteó que el poder del gobierno federal sobre la Isla es tan amplio que si quisieran pudieran regalarla a otro país.
“El gobierno federal puede renunciar a la soberanía de los Estados Unidos (sobre Puerto Rico) mediante la concesión de independencia o ceder el territorio a otra nación; o puede, como la Constitución proporciona, admitir un territorio como Estado, por lo tanto haciendo que la cláusula de territorio sea inaplicable”, indicó el informe del grupo de trabajo de la Casa Blanca de W. Bush, publicado en diciembre de 2005.
Según la exsecretaria Duke, la actitud del entonces jefe de Gabinete interino de la Casa Blanca Mick Mulvaney, tampoco era de solidaridad hacia los puertorriqueños.
Indicó que antes de que el huracán azotara la Isla abogó por la aprobación de la declaración de emergencia que facilitaría la asistencia federal. Entonces, Mulvaney la exhortó a que dejara de reaccionar emocionalmente, pues “no se trata de la gente, sino del dinero”.
Cuando fue a Puerto Rico en octubre de 2017, dos semanas después del huracán María, el presidente Trump dijo que debido al ciclón la Isla “había tirado el presupuesto (federal) fuera de control”.
Mulvaney negó haber hecho el comentario que le atribuye Duke, quien fue secretaria interina de Seguridad Interna (Homeland Security) del 10 de abril de 2017 hasta el 15 de abril de 2018. “Mi experiencia con la directora interina era que raramente hizo algo bien. Por lo menos es consecuente”, indicó Mulvaney al diario.
Mientras, un funcionario de la Casa Blanca dijo esta noche a El Nuevo Día que “con respecto a Puerto Rico, nadie puede disputar el apoyo del presidente a Puerto Rico para recuperarse del huracán María”. Agregó que el gobierno federal ha asignado más de 40.000 millones de dólares para mitigar los daños causados por el huracán y que pudiera otorgar hasta cerca de $ 90.000 millones.
A Mulvaney, quien mientras era jefe de Gabinete de la Casa Blanca retuvo su anterior puesto de director de la Oficina de Presupuesto y Gerencia (OMB), se le atribuye también haber sido clave en el freno de los desembolsos de la asistencia federa asignada por el Congreso a Puerto Rico.
Tan reciente como en febrero pasado, antes de Mulvaney dejar su puesto en la Casa Blanca, la OMB indicó en una declaración de política pública la oposición del presidente Trump al proyecto demócrata aprobado en la Cámara de Representantes de Estados Unidos que propone asignar cerca de $4,900 millones para atender desastres naturales, principalmente los terremotos de 2020 en Puerto Rico.
“Múltiples casos de alto perfil de la corrupción han empañado la distribución de la ayuda ya asignada y ha llevado a una continua inestabilidad política en la isla”, indica la declaración de entonces de la OMB.
Duke sostuvo que después de la reunión en que el presidente Trump mostró interés en vender a Puerto Rico, el inquilino de la Casa Blanca expresó preocupación con el azote del huracán María a la Isla. Eso la tranquilizó. Pero dijo que luego le frustraron los constantes ataques por Tweet de Trump hacia los líderes políticos de la Isla.
Mientras, la congresista demócrata puertorriqueña Nydia Velázquez respondió a Trump que “usted puede intentar vender la oficina que ocupa, su integridad personal y su alma, señor presidente, ¡pero le aseguro que Puerto Rico no está a la venta!”.
Y el candidato del Partido Popular Democrático (PPD) a la comisaría residente en Washington, el exgobernador Aníbal Acevedo Vilá, reclamó a la comisionada Jenniffer González, presidenta del Partido Republicano de Estados Unidos en Puerto Rico, que retire su apoyo a Trump. “Todo Puerto Rico ha visto con gran indignación la manera en que el actual presidente republicano se refiere a Puerto Rico y la comisionada parece que no tiene capacidad de indignarse ante tantos insultos”, sostuvo Acevedo Vilá.