Ausente desde hace días por el covid-19, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvió este lunes a Florida a la primera línea de la campaña electoral, asegurando que está en plena forma a tres semanas de los comicios que lo medirán al demócrata Joe Biden.
Trump supo elegir sus palabras para atraer al voto latino a las urnas. Cerca de 20% de los votantes en Florida son hispanos, la mayoría con raíces en Venezuela, Cuba, Colombia y Puerto Rico. Durante su discurso el presidente volvió a traer sobre la mesa los argumentos contra Biden en los que lo acusa de ser socialista.
Trump abordó los temas habituales de su campaña: Hillary Clinton y la «prensa corrupta», y advertencias alarmistas contra la «izquierda radical» y la «pesadilla socialista».
Aseguró que los demócratas buscan instaurar en Estados Unidos gobiernos autoritarios, haciendo la comparación con Cuba y Venezuela.
Así, Trump apeló a los grupos conservadores que comulgan con la diáspora venezolana y cubana que se asentó en la península. «Mi oponente quiere darle todo a Cuba y a los Castro, y también quiere darle todo a Nicaragua y a Venezuela», manifestó.
El presidente reanudó sus viajes por el país con una primera parada en el aeropuerto de Sanford donde una multitud, la mayoría sin mascarilla y sin respetar la distancia social, lo recibió con aplausos desde que el avión presidencial aterrizó en la pista.
Más de 10 millones de estadounidenses, un récord, ya han votado en las elecciones del 3 de noviembre, por correo o por voto anticipado, según recuento difundido el lunes.