El Departamento de Policía de Nueva York inició una investigación para determinar si la pandilla venezolana Tren de Aragua estaría implicada en la prostitución de mujeres inmigrantes en el área conocida como el «Mercado de los Enamorados» de Queens.
Esta zona, situada a lo largo de la avenida Roosevelt en Jackson Heights, se ha vuelto un foco de tráfico sexual que ha crecido en los últimos meses con el incremento de migrantes en la ciudad. Y pese al trabajo policial para combatir la explotación sexual en la zona, esta semana, docenas de mujeres seguían ofreciendo sus servicios en dicha avenida.
Durante una visita del medio The New York Post, un reportero presenció a trabajadoras sexuales haciendo ofertas en plena calle. Esto mientras hombres vestidos con ropa alusiva al equipo de baloncesto Chicago Bulls, con colores y símbolos característicos asociados a la banda delictiva venezolana, vigilaban las esquinas.
El comisionado adjunto de Operaciones de la Policía de Nueva York, Kaz Daughtry, explicó que los pandilleros del Tren de Aragua pueden identificarlos por detalles como tatuajes o ropa específica de los Bulls.
Policía de Nueva York investiga posible red de prostitución controlada por el Tren de Aragua
Los defensores de derechos humanos han señalado que muchos de los proxenetas reclutan activamente a mujeres inmigrantes en refugios de la ciudad.
Por su parte, Taina Bien-Aime, directora de la Coalición contra el tráfico sexual de mujeres, indicó que algunas de ellas son obligadas a cubrir «cuotas» diarias de hasta 1.000 dólares. En caso de no alcanzarlas, las castigan con violencia física o se les niega el acceso a alimentos.
Según defensores y agentes de la ley, el fenómeno de explotación se ha visto agravado por políticas de seguridad pública que se han relajado en los últimos años.
Al respecto, un detective retirado afirmó que nunca había visto la situación tan alarmante en la avenida Roosevelt, pues bandas como MS-13 y los Sureños, quienes controlaban previamente la zona, ahora comparten el terreno con el Tren de Aragua, lo que la convierten en una competencia por el mercado de explotación sexual.
“Cuando estas chicas vienen aquí, les prometen trabajo en restaurantes y este es uno de los lugares donde las dejan. Lo llaman el centro. A estas chicas las obligan a venir aquí. Es triste”, dijo.