Una red de explotación sexual, liderada por la banda criminal venezolana Tren de Aragua, está captando mujeres vulnerables de América Latina para obligarlas a prostituirse en varias ciudades de Estados Unidos. Esta información está señalada en un documento policial al que tuvo acceso el medio estadounidense The New York Post.
Al menos ocho estados del país, incluyendo Nueva York, Texas y Florida, están afectados por esta red de prostitución.
El Tren de Aragua ha consolidado su presencia en Estados Unidos y ha expandido sus actividades ilícitas, según las autoridades, que ahora incluyen el tráfico de armas, drogas y personas.
En Nueva York, la avenida Roosevelt en Queens recibe el apodo de «Mercado de los Enamorados», donde trabajadoras sexuales vinculadas a la banda operan abiertamente en las calles, incluso frente a escuelas primarias.
The New York Post
Las autoridades revelaron que la banda comenzó a reclutar miembros y víctimas en refugios para inmigrantes y coacciona a mujeres para que participen en redes de explotación sexual con la promesa de una vida mejor.
Las mujeres deben cancelar una «deuda» impagable
Sin embargo, una vez en manos de los miembros de la organización, estas mujeres enfrentan una «deuda» casi imposible de pagar debido a las multas impuestas por los delincuentes, que controlan todo lo que ganan en las calles.
El memorando policial también menciona que las mujeres reciben ropa, cuidados de higiene y un lugar donde vivir, lo cual incrementa la deuda que deben pagar. Además, el Tren de Aragua se apodera de gran parte del dinero que las víctimas ganan.
El medio neoyorquino dice que la pandilla, en estados como Texas, se ha adueñado del hotel Gateway, ubicado en la ciudad fronteriza de El Paso. En este lugar, provoca caos y genera cientos de llamadas a la policía debido a disturbios y actos de violencia.
Según el documento filtrado, se espera que el Tren de Aragua siga extendiendo su influencia a otros estados de Estados Unidos, como Carolina del Norte, mientras que destaca que en ciudades como Nueva York la batalla por desmantelar sus operaciones continúa como una prioridad para las fuerzas de seguridad.