El primer ministro de Trinidad y Tobago, Keith Rowley, dijo el jueves 17 de diciembre que su país no tuvo nada que ver con el naufragio de una embarcación en las costas de Güiria, estado Sucre, donde fallecieron hasta los momentos 29 venezolanos.
En declaraciones a la prensa reseñadas por el diario Trinidad and Tobago Newsday, Rwoley rechazó los comentarios de políticos de la oposición venezolana que aseguran que las autoridades de la isla no recibieron a los ciudadanos y regresaron el bote a Venezuela en condiciones inseguras.
Agregó que Trinidad y Tobago ha aceptado a 16.000 migrantes venezolanos con amor fraternal, pero que ha sido acusado falsamente de causar la reciente tragedia.
Trinidad y Tobago es lo primero
Haciendo referencia a la conocida frase del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que dice que la prioridad para el gobierno son los estadounidenses, Rowley indicó que «Trinidad y Tobago tiene la misma posición».
También reiteró su reconocimiento al régimen de Nicolás Maduro, y aseguró que aunque la isla seguirá formando parte de la Organización de Estados Americanos, no votarán por las resoluciones que allí se presenten mientras la OEA siga incluyendo al representante de la presidencia interina.
Con respecto a su política hacia los migrantes venezolanos, afirmó que están cumpliendo con las recomendaciones de un informe de 2013 de la agrupación de África, Caribe y Pacífico, que incluye volver a comprometerse con la Ley de Inmigración y considerar la Convención Internacional para la Protección de Los trabajadores migrantes.
El primer ministro manifestó que evalúan entre los solicitantes de asilo aquellos que se encuentren en peligro debido a su raza, religión o política, y también a los que simplemente buscan una mejora económica.
«Perder su trabajo en una panadería (venezolana) no garantiza que obtengas asilo», expresó.
Rowley se opuso a que los migrantes obtengan derechos que los ciudadanos de Trinidad no tienen, como el alquiler pagado por el Estado.