El toque de queda y la salida del Ejército a las calles: dos medidas anunciadas este viernes por el alcalde Enrique Peñalosa para tratar de controlar el caos generado por vándalos en varias zonas de Bogotá.
Dichas medidas no son frecuentes en el manejo del orden público de las grandes capitales colombianas.
En condiciones normales, la Policía -con sus recursos y cuerpos especializados en el manejo de protestas, como el Esmad- asume los retos en materia de seguridad en las ciudades. De hecho, los gobiernos tratan de no restringir, hasta último momento, los derechos de los ciudadanos, especialmente el de transitar libremente.
Pero bajo condiciones críticas, como las que se han visto en Bogotá y en Cali, el arsenal legal para garantizar la seguridad y la convivencia se amplía para las autoridades a cargo.
Duque confirmó que habrá presencia del Ejército en calles de Bogotá.
Previa coordinación con las autoridades militares de la respectiva región, los alcaldes pueden decretar la medida de toque de queda.
¿Qué es el toque de queda?
Esto en esencia significa que nadie, salvo los miembros de la Fuerza Pública, puede estar en las calles en las horas de la veda de movilidad.
Esa medida se puede aplicar por barrios o localidades -como inicialmente lo había anunciado Bogotá, que después optó por el toque de queda total- o en toda el área metropolitana, como pasó en Cali desde el jueves a las 8:00 pm.
También se aplica por edades; es más frecuente que se decreten prohibiciones para menores de edad en determinados horarios, para protegerlos e impedir que asistan a sitios donde podrían correr algún riesgo.
Antecedentes
La última vez que se aplicó en Bogotá una medida similar fue en 1977, en medio del gran paro nacional contra el gobierno de Alfonso López Michlesen. La alcaldía de Gustavo Petro la aplicó por localidades en 2013. En ese momento, Petro decretó el toque de queda en la localidad de Ciudad Bolívar, también por desmanes en medio de protestas.
El objetivo
Una vez expedido el respectivo decreto que, a su vez, se ampara en otros expedidos por el gobierno nacional, la autoridad local ordena a los funcionarios que hagan valer la prohibición de tránsito de personas, con el fin de impedir alteraciones de orden público o delitos, como los saqueos que se han visto en varias zonas en los últimos dos días.
La persona que sea sorprendida violando el toque de queda será conducida (no detenida) hasta un sitio de reclusión temporal, donde podría estar, incluso, por 36 horas. Usualmente, ese tiempo es aprovechado por las autoridades para verificar antecedentes judiciales y otra información de las personas.
¿Y la militarización?
Es una decisión que toman coordinadamente las autoridades castrenses (en este caso, la Brigada 13) y la alcaldía.
Los expertos en seguridad consideran que el uso de militares en el control de orden público es problemático, porque esos funcionarios no están entrenados, como los policías, para manejar conflictos con ciudadanos y esto podría dar lugar a excesos y abusos de fuerza.
Dada la situación de orden público en Bogotá, finalmente el gobierno de Iván Duque, junto con el alcalde Enrique Peñalosa, tomaron la decisión de decretar el toque de queda en toda la ciudad de Bogotá desde las 9:00 pm, y en las tres localidades más afectadas por disturbios y saqueos: Kennedy, Bosa y Ciudad Bolívar, desde las 8:00 pm.
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