Una misión internacional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) viajará a China el 14 de enero para investigar los orígenes del covid-19.
El equipo de especialistas, dirigido por Peter Ben Embarek, experto en seguridad alimentaria, viajará a Wuhan -donde inició la pendemia-. Esto para profundizar en evaluaciones epidemiológicas, virológicas y serológicas de personas y animales.
La OMS aún no especificó los lugares a los que se desplazará la misión, cuyo principal objetivo será detectar el posible origen animal del virus y su trasmisión a los seres humanos. El equipo de investigación está conformado por científicos de diversas organizaciones internacionales provenientes de Estados Unidos, Japón, Rusia, Reino Unido, Países Bajos, Dinamarca, Australia, Vietnam, Alemania y Qatar.
Misión bloqueada
El miércoles 6 de enero, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, manifestó estar decepcionado al denunciar que China estaba poniendo trabas a la misión al impedir el ingreso del equipo a su territorio. Sin embargo, el gobierno de Beijing negó cualquier tipo de impedimento. Y a través del Ministerio de Exteriores, calificó la situación como un mal entendido.
En una conferencia de prensa, Adhanom también comentó que “los funcionarios chinos aún no han otorgado los permisos necesarios para la llegada del equipo”. Agregó que la OMS en China y los países de tránsito habían trabajado juntos en los preparativos.
Sin embargo, precisó que dos miembros del equipo aún no lograban ingresar al país pese a que habían arribado a inicios de enero. Uno de ellos, incluso se vio temporalmente obligado a regresar a su país de origen. Mientras que el otro se encuentra en un tercer país, detalló el jefe de emergencias de la OMS Mike Ryan.
China ha sido criticada por encubrir el brote que se dio hace más de un año en la ciudad central de Wuhan. Por ello, se desconfía de la transparencia de las autoridades locales respecto a su manejo de la epidemia, más aún los críticos de Beijing atribuyen a dicho gobierno haber influido en el retraso de la respuesta en otros territorios.
China ha rechazado las críticas sobre su gestión, ya sea de gobiernos extranjeros o de sus propios ciudadanos.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, Hua Chunying, declaró a la agencia Reuters, que la posición de China en la búsqueda de los orígenes de la pandemia “siempre ha sido abierta y responsable”. El funcionario dijo también que China tiene una estrecha cooperación con la OMS y que el problema de los orígenes es muy complejo.
Beijing ha intentado explicar cómo y dónde se originó la pandemia. Por ello, el canciller Wang Yi dijo que “cada vez más estudios” revelan que el virus surgió en múltiples regiones. Esto fue refutado por el jefe de emergencias de la OMS que calificó esa teoría de “altamente especulativa”.
Aumento de contagios
El 11 de enero se cumplió un año desde que se reportó la primera muerte por coronavirus en la ciudad de Wuhan. El fallecido fue un hombre de 61 años. El hombre era comprador habitual del mercado húmedo local, como se conoce a los establecimientos que comercian con especies vivas. A estos lugares se asociaron los primeros casos de covid-19.
Desde entonces, se han registrado más de 91.2 millones de casos y 1.953.866 decesos a causa de la enfermedad en el mundo, según datos de la Universidad Johns Hopkins. La Comisión de Sanidad de China reportó por su parte un nuevo aumento de casos el 6 de enero en las provincias de Hubei, Liaoning y Beijing, lo que los llevó a dictar nuevas medidas sanitarias como el cierre de 10 carreteras. También la suspensión de clases en numerosas escuelas y la alerta de alto riesgo en el distrito de Gaocheng, que ha sido confinado.