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“Todavía faltan nuestros votos”, aseguran esperanzados campesinos peruanos

Por AFP
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Desafiando el toque de queda y la ley seca, centenares de campesinos bailaron la madrugada del lunes en Cajamarca, reducto del candidato Pedro Castillo en el norte de Perú, esperanzados de que remonte en el escrutinio del balotaje y derrote a Keiko Fujimori.

En el pueblo de Tacabamba, donde Castillo recibió los primeros resultados de la decisiva votación del domingo, se congregaron al anochecer campesinos de varias localidades ante un escenario con telas blanco y rojo, colores de la bandera peruana, al ritmo de una orquesta de música andina.

«Vamos con fe, Pedro presidente», coreaba Doraliza Herrera, de 25 años de edad.

En el escenario colgaba un gran retrato del candidato izquierdista con la frase «No más pobres en un país rico», su lema en esta polarizada campaña contra la derechista Fujimori.

Nadie en Tacabamba prestó atención a la recomendación de mantener el distanciamiento por la pandemia, y mujeres y hombres bailaron sin parar, como suelen hacerlo en febrero en los días del carnaval.

Sin mascarillas

Durante la celebración, que se prolongó por varias horas, todos olvidaron que en la región de Cajamarca existe «riesgo extremo» de contagio del covid-19, según las autoridades sanitarias.

Algunos ni siquiera portaban mascarillas, lo que es obligatorio en la vía pública en este país que tiene desde la semana la mayor tasa de mortalidad por covid-19 en el mundo, tras ajustar las cifras.

Muchos hombres y mujeres bebían cerveza, a pesar de que estaba en vigor temporalmente en el país una ley seca por los comicios.

«La voz del pueblo es la voz de Dios. La población peruana ha elegido bien», repetía emocionado Jerson Sánchez, de 23 años.

Aunque los primeros resultados parciales del escrutinio dieron como perdedor a Castillo, los lugareños mantenían la esperanza de que la tendemcia cambie a medida que avance el conteo de votos.

«Ojalá Pedro pueda ser presidente», dijo Adamiro Rafael afuera del local de Perú Libre, el partido de Castillo, que estaba adornado con un enorme lápiz de color amarillo, su símbolo en esta campaña.

Varios expertos y las propias autoridades electorales peruanas han dicho que los votos del campo, la selva y del exterior -que demoran en ser contabilizados- pueden definir el balotaje presidencial.

«Falta contabilizar nuestros votos», dijo el propio Castillo tras conocer el primer informe del escrutinio.

«Es el nuevo presidente»

En el primer reporte del órgano electoral, casi a la medianoche del domingo, Fujimori superaba por casi seis puntos a Castillo, pero en las primeras horas de este lunes la distancia se ha ido reduciendo.

«Nosotros estamos convencidos que Pedro Castillo es el nuevo presidente del Perú», dijo a la AFP Sergio Sánchez, de 60 años, dirigente de las «rondas campesinas», creadas en la década de 1970 en Cajamarca para combatir a delincuentes y abigeos.

El más prominente «rondero» de Cajamarca es el candidato de izquierda.

Siete millones, de los 33 millones de peruanos, viven en zonas rurales. Durante tres décadas, el campo era feudo electoral del fujimorismo (derecha populista), pero la situación cambió en esta campaña, en que Castillo logró cautivar al «Perú profundo».

Varios campesinos contaron que apoyaron a Castillo porque los humildes habitantes del campo «siempre» han sido olvidados por los gobernantes de Lima.

«Hay que darle la oportunidad [a Castillo] porque a los demás ya los conocemos muchísimo tiempo», indicó Augusto Regalado, de 35 años.

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