El medio estadounidense The Washington Post ha dedicado su editorial del pasado jueves a la anómala situación política que se vive en España, en concreto, a los partidos independentistas, así como sus vínculos con Rusia y el Kremlin. El diario norteamericano resalta el papel determinante que juegan partidos como Junts o Esquerra en la formación del Gobierno español.
«Los partidos separatistas catalanes sólo controlan 14 de los 350 escaños del Parlamento español, pero ejercen un poder desproporcionado», se puede leer en el editorial del Washington Post. «La situación en España es de parálisis política», explican, para posteriormente afirmar que las exigencias de Puigdemont, entre las que destaca la amnistía, «no son razonables».
Para el prestigioso periódico estadounidense, España es «rehén de una facción de extremistas regionales rupturistas». En esta línea, exponen que «el clamor del nacionalismo regional separatista en España no sólo divide; también distrae de problemas mayores». El rotativo insta al presidente Pedro Sánchez a no ceder y evitar otro referéndum ilegal. Asimismo, subrayan los vínculos entre el prófugo Carles Puigdemont y Rusia.
The Washington Post pronostica que, si el Ejecutivo finalmente cede a las exigencias de los partidos separatistas, esto «sólo serviría para subvertir el modelo de democracias vibrantes y pluralistas que Europa se ha esforzado por representar». Sin embargo, varios días después de la publicación de este editorial, la vicepresidenta del Gobierno español, Yolanda Díaz, ha viajado hasta Bruselas para encontrarse con Puigdemont.
Una reunión que ha tenido lugar en el corazón de las instituciones europeas, en concreto el Parlamento, y tras la cual ambos se han mostrado «optimistas». En un breve comunicado conjunto, tanto Díaz como Puigdemont han pedido «normalizar» las relaciones entre los partidos, para «desbloquear el con