Cuando fue inaugurado en marzo de 2019 lo consideraron parte del mayor desarrollo inmobiliario en Manhattan desde el Rockefeller Center y la mayor nueva atracción de la ciudad. Pero luego del cuarto suicidio la semana pasada, The Vessel -un enjambre de escaleras de 45 metros de alto, que no conduce a ningún lado pero permite magníficas vistas de la ciudad- fue clausurado por segunda vez y los diseñadores se cuestionan sobre su destino.
“Estamos desconsolados por esta tragedia y nuestros pensamientos están con la familia del joven de 14 años que perdió la vida”, dijo en un comunicado Kimberly Winston, vocera del emprendimiento inmobiliario Hudson Yards, donde está ubicado el Vessel. “Estamos llevando a cabo una investigación completa. The Vessel está actualmente cerrado”.
Es la segunda vez que The Vessel se cierra debido a suicidios. En enero, después de la tercera muerte, cerró durante varios meses y volvió a abrir en mayo con nuevas medidas de seguridad, que incluyen un sistema de “amigos” -nadie puede ingresar solo a la atracción-, más guardias y carteles sobre recursos de salud mental. Pero el joven que saltó la semana pasada estaba con su familia.
Ahora, el futuro de The Vessel como la pieza central del mayor desarrollo en Manhattan desde el Rockefeller Center, Hudson Yards, está en el limbo. Y los diseñadores se preguntan cómo salvarlo, según reportó la cadena CNN.
Heatherwick Studio, que diseñó The Vessel, dijo en un comunicado que estaba trabajando con Related Companies, la firma de bienes raíces dirigida por el multimillonario Stephen M. Ross, para encontrar soluciones “físicas” al problema.
“Trabajando con nuestros socios en Related, el equipo está explorando exhaustivamente una solución que sea factible en términos de ingeniería y instalación “, dijo el vocero del estudio.
Elevar las barandas varios centímetros más arriba sería una de esas soluciones. De hecho, las barreras físicas o las redes se han utilizado durante mucho tiempo para tratar de prevenir tragedias en estructuras de alto nivel. El puente Golden Gate en California, donde más de mil personas se han suicidado a lo largo de los años, está instalando redes para minimizar las lesiones mortales; el puente George Washington, que une Nueva York con New Jersey, hizo algo similar hace varios años.
¿El problema de The Vessel es de seguridad?
Aún así, los diseñadores consideran que agregar una simple barrera física o una red aborda solo una parte del problema de The Vessel.
Según Jacob Alspector, un distinguido profesor de la Escuela de Arquitectura Spitzer en el City College de Nueva York, el problema es el diseño y la ubicación de la estructura rodeada de rascacielos de concreto y vidrio.
“The Vessel es como una imagen de pesadilla”, dijo Alspector. “Es un poco fría, rígida. No es una estructura amigable que afirma la vida. ¿Cuál es el objetivo de entrar en ella? ¿Simplemente caminar, subir y bajar?”, dijo Alspector.
“Las personas que se sienten alienadas pueden no estar muy bien apoyadas por una experiencia como esa”, agregó.
“Algo positivo”
Alspector conoce este desafío de primera mano. Hace más de una década, supervisó las renovaciones de la Biblioteca Bobst de la Universidad de Nueva York, a menos de tres kilómetros de donde se encuentra el Vessel, que tenía un problema similar.
En 2003, dos estudiantes murieron de un salto en el atrio abierto de la biblioteca. Luego, la universidad instaló una barrera de plexiglás de dos metros y medio de altura para evitar tales incidentes, pero otro estudiante logró escalar esa barrera y saltar a su muerte en 2009. La universidad quería resolver el problema de una vez por todas.
La solución, que se puso en 2012, fue una estructura llamada el Bobst Pixel Veil, una serie de paneles de aluminio cortados con láser que encerraban el espacio pero que también permitían que la luz del sol brillara en un patrón intrincado.
“Es un ejemplo de cómo hacer algo positivo en lugar de una barrera”, dijo Alspector a CNN. “El truco consiste en transformar algo para que parezca que no estás en una jaula”.
Por ahora los diseñadores siguen trabajando en diferentes alternativas, mientras la atracción continúa cerrada al público.