El diario The New York Times publicó el lunes unas imágenes satelitales que aparentemente contradicen la versión rusa de la matanza en Bucha, ciudad ucraniana donde este fin de semana aparecieron decenas de cadáveres de civiles, algunos maniatados y en fosas comunes.
Rusia ha negado que sus soldados hayan ejecutado a civiles antes de su retirada en Bucha, y su embajador ante la ONU, Vasili Nebenzia, aseguró que sus soldados abandonaron esa ciudad y solo días después aparecieron los cadáveres en las calles. «Fue un montaje», dijo en una rueda de prensa.
El rotativo neoyorquino publica unas imágenes grabadas por un satélite de la empresa especializada Maxar Technologies, que datan del 11 de marzo pasado -fecha en que las tropas rusas aún ocupaban la ciudad- y donde se ven 11 bultos tendidos en el suelo similares en tamaño a un cuerpo humano en una sola calle llamada Yablonska.
El diario ordenó a su unidad de investigación visual que comparase esas imágenes con otras anteriores y posteriores, hasta deducir que esos cadáveres aparecieron en las calles entre el 9 y el 11 de marzo.
Además, su posición -y su distancia con respecto a otros objetos de la misma calle: automóviles abandonados, árboles, etc- parece coincidir con las imágenes grabadas y difundidas el pasado sábado por un concejal local y en el que se ve cómo un vehículo en marcha circula por la calle Yablonska mientras evita pisar cadáveres que yacen a derecha e izquierda.
La atribución de responsabilidades sobre lo sucedido en Bucha se ha convertido en un nuevo cruce de acusaciones entre las partes, y tanto Ucrania como Rusia han pedido una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU para condenar estos hechos.
Finalmente, la presidencia británica del Consejo decidió juntar las dos convocatorias y celebrar una sola sesión en la mañana del martes, rechazando así la petición rusa de celebrarla en la tarde del lunes.
La embajadora británica ante la ONU, Barbara Woodward, dijo que era una atribución de la presidencia decidir qué sesiones celebra el Consejo, mientras que su colega ruso, Vasili Nebenzia, le contestó que jamás en la historia de la ONU se había negado a un miembro del Consejo la celebración de una sesión.