Dan Patrick, vicegobernador de Texas, aseguró que su estado seguirá enviando migrantes a otras localidades de Estados Unidos hasta que el gobierno de Joe Biden «despierte».
«La llegada de migrantes como es una carga financiera para el estado y una invasión», expresó durante una entrevista con Fox News, y añadió que «no está tímido con la palabra».
Aseguró que el estado gasta 400 millones de dólares al año en seguridad fronteriza, dinero que a su juicio podrían gastar en atención médica, educación, más carreteras, entre otras cosas.
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Propuso además que su estado envíe más autobuses a Hollywood o Bel-Air, California, porque apoyan la política de Biden sobre la migración, aunque destacó: «Tan pronto como los migrantes se bajan del autobús, las autoridades de repente cambian su opinión. Que sean dueños de lo que apoyan… que entiendan con qué está lidiando nuestra gente».
Patrick dejó claro que Texas «mantendrá esos autobuses en movimiento hasta que finalmente la Administración de Biden despierte» o hasta que otros estados «sientan el mismo dolor que sienten los texanos».
Envío de migrantes
La semana pasada, el gobernador republicano de Florida, Ron DeSantis, envió el miércoles por la noche dos aviones con migrantes, la mayoría venezolanos, a la isla Martha’s Vineyard, en el condado Duke, sin previo aviso a las autoridades locales.
La Asociación de Manejo de Emergencias en el Condado Dukes indicó que los residentes y las autoridades se ocuparon de dar alojamiento temporal a los migrantes.
El secretario de Seguridad Pública, Terrence Reidy, dijo que «si bien la llegada (de los migrantes) el miércoles a Martha’s Vineyard fue inesperada, la respuesta extraordinaria no lo ha sido».
«La labor de tanta gente a nivel estatal y local ejemplifica los mejores valores del estado, dando alojamiento seguro, comida y cuidado para personas que han tenido una larga y espantosa travesía», añadió.
DeSantis se ha sumado a la iniciativa de su homólogo de Texas, Gregg Abbot, de enviar cientos de migrantes a estados con gobiernos demócratas, como expresión de su oposición a la política migratoria del presidente Joe Biden.