Guardia Nacional Texas
Foto: EFE/Luis Torres

El gobierno de Texas envió este viernes a 300 efectivos de la Guardia Nacional a una base militar en construcción en la ciudad de Eagle Pass, en la frontera con México.

El gobernador del estado, el ultraconservador Greg Abbott, recibió a los agentes, y señaló que el objetivo del despliegue es permitir que el estado tengo una «presencia permanente en la frontera con México».

La base, que comenzó a construirse a inicios de abril, tendrá capacidad para alojar hasta 1.800 militares y forma parte de una iniciativa del gobierno estadal, llamada operación Lone Star, para frenar la migración a través de la frontera sur.

En rueda de prensa este viernes, Abbott señaló que espera que más militares lleguen a la base «pronto» y aseguró que su estado no «dará marcha atrás» en la militarización de la frontera.

El republicano aprovechó para insistir en la idea de que gracias a Lone Star se han reducido «drásticamente» la llegada de migrantes a la frontera de EE UU en los últimos meses.

Sin embargo, la disminución en el número de arrestos en la frontera se atribuye en gran parte a las medidas del gobierno mexicano para frenar a los migrantes en su ruta hacia el norte.

Acusan a la Guardia Nacional de Texas de disparar balas de goma y gas

Las políticas de Abbott han resultado en un enfrentamiento con el gobierno federal, que es el encargado de hacer cumplir las leyes migratorias de EE UU.

Además del despliegue de militares, Texas instaló kilómetros de concertina en zonas del territorio fronterizo, al igual que colocó una barrera flotante sobre el río Grande.

Los efectivos de la Guardia Nacional han sido acusados de utilizar gas lacrimógeno, bolas de goma e incluso de golpear a migrantes para evitar que crucen hacia territorio estadounidense.

El Departamento de Justicia ha presentado múltiples demandas en contra de Texas por la operación Lone Star, que le ha costado al estado más de 2.000 millones de dólares (unos 1.842,2 millones de euros) desde su inició en 2021.

Boyas Texas
Boyas en la frontera entre Texas, Estados Unidos, y México para frenar el paso de migrantes | Foto: Dallas Morning News

Se estima que para terminar de construir la nueva base militar en Eagle Pass, el gobierno de Texas gaste unos 400 millones de dólares (unos 368,4 millones de euros) en los próximos dos años, informó el diario local Austin American-Statesman.

El continente americano está registrando cifras elevadas de movimiento, con más de 21 millones de personas desplazadas, según datos de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).

Cientos de miles de personas han llegado en lo que va del año a la frontera sur de EE UU, la primera economía del mundo, en busca de mejores oportunidades y huyendo de profundas crisis sociales y políticas en países como Venezuela, Nicaragua o Haití.


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