Un terremoto de magnitud 6,3 en la escala de Richter sacudió este jueves las islas Kermadec, archipiélago neozelandés en el Pacífico, sin que las autoridades hayan informado de daños o emitiesen una alerta por tsunami.
El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), que vigila la actividad sísmica en el mundo, situó el sismo a 10 kilómetros de profundidad bajo el lecho marino y a 909 al noreste de Auckland, la ciudad más populosa de Nueva Zelanda.
El terremoto se produce una semana después de que una serie de movimientos sísmicos de magnitud superior a 6 sacudieran la misma zona a lo largo de varios días, incluido uno de 7,2 que obligó a emitir una breve alerta de tsunami.
Las Kermadec, situadas entre la Isla Norte de Nueva Zelanda y Tonga, están deshabitadas, excepto por el personal de la base permanentemente instalada en Raoul y que tiene una estación meteorológica y de radio.
Nueva Zelanda se asienta en la falla entre las placas tectónicas del Pacífico y Oceanía y registra unos 14.000 terremotos cada año, de los que entre 100 y 150 tienen la suficiente potencia como para ser percibidos.