El exembajador de Colombia en Venezuela, Armando Benedetti, sigue envuelto en la polémica generada la semana pasada y que llevó a su distanciamiento del presidente Gustavo Petro. El exdiplomático publicó este miércoles una serie de mensajes contradictorios en su cuenta de Twitter, entre los que pidió protección de la Fiscalía de su país asegurando que ha recibido amenazas.
«Le pido a la Fiscalía de Colombia que tome medidas urgentes para protegerme a mí y a mi familia. Tengo evidencia física de amenazas que hemos recibido de manera directa e indirecta provenientes de personas muy poderosas», dijo aproximadamente a las 5:30 pm de este jueves (hora de Venezuela).
Benedetti denuncia que recibió amenazas y sale de Colombia
En la mañana había desmentido rumores de que había huido de Colombia, y de que se encontraba en una clínica de rehabilitación, asegurando que estaba en Bogotá.
«Para los espontáneos y creativos: estoy en Bogotá, en mi apartamento, con buena salud y acompañado de dos de mis hijos», señaló.
Pero esta tarde, solo 10 minutos después de pedir protección de la Fiscalía, confirmó que salió de Colombia, aunque aseguró que eso no tiene que ver con las amenazas.
«Mi salida del país nada tiene que ver con las amenazas de las que hemos sido víctimas mi familia y yo. Salgo a cumplir con un compromiso familiar previamente adquirido. Estaré de vuelta el martes», indicó a pesar de que se había referido de manera despectiva a quienes decían que salió de su país o que había sido internado.
En medio del escándalo, funcionarios del gobierno de Petro han asegurado que Benedetti es adicto a la cocaína. Además, él mismo reconoció tener problemas con el alcohol.
Del «niñeragate», al Clan Torres
La polémica que derivó en la salida de Benedetti del gobierno de Petro comenzó con el llamado «niñeragate», controversia que comenzó por un presunto robo en la residencia de la ahora exjefa de Gabinete Laura Sarabia por parte de una mujer que contrató para cuidar a su bebé.
El escándalo estalló cuando la prensa colombiana, especialmente la revista Semana, comenzó a revelar detalles de irregularidades cometidas por Sarabia al utilizar el polígrafo ilegalmente en la niñera. También se supo, gracias al fiscal general de Colombia, Francisco Barboza, que a la mujer le habían intervenido la línea telefónica.
La implicación de Benedetti en este caso tiene que ver con que fue él quien recomendó la niñera, Marelbys Meza, a Sarabia, pese a que presuntamente Meza había cometido otro robo en casa del exembajador. Por lo que se le acusa de haber orquestado el escándalo para perjudicar a Sarabia, mano derecha de Petro.
Además, se hablaba de que el exembajador estaba extorsionando a Sarabia. Y en efecto, luego de que ambos funcionarios fueron destituidos el viernes, Semana reveló el domingo una serie de audios comprometedores, tanto por el lenguaje soez como por el contenido que Benedetti le envió a la exjefa de Gabinete.
En los audios se escucha a Benedetti amenazar a Sarabia con revelar la procedencia de fondos para la campaña de Petro y afirma que él consiguió 15.000 millones de pesos para la campaña y que de no ser por él, Petro no hubiese ganado.
Y amenaza en medio de su furia con que si él decide revelar todo lo que sabe se hundirían todos.
«Nos hundimos todos, nos acabamos todos, nos vamos presos, acabamos toda la hijueputa verga», dijo.
Lo que ha desembocado en una investigación por presunto financiamiento irregular a través del llamado Clan Torres, dominado por una familia de empresarios que aunque se mantienen bajo perfil, es vinculada con tráfico de influencias.
En primera instancia, Benedetti arremetió contra el medio diciendo que habían manipulado los audios. Sin embargo, después confirmó la veracidad del material al afirmar que se dejó llevar por «la rabia y el trago».
