El presidente de Brasil, Michel Temer, no cree que el ex mandatario Luiz Inácio Lula da Silva, condenado en segunda instancia por corrupción, esté muerto políticamente. Considera que su posible inhabilitación para las elecciones generales de octubre puede añadir tensión al país.
El gobernante aseguró en una entrevista con Radio Bandeirantes en Sao Paulo que, desde el punto de vista político, apreciaría que el líder del Partido de los Trabajadores pudiera disputar los comicios presidenciales y que fuera derrotado en el voto porque eso pacificaría al país.
“En los últimos tiempos Brasil vive una tensión permanente y esto no es bueno. Personalmente, solo en el plano político, creo que si Lula pudiera participar en las elecciones y eventualmente ser votado sería más tranquilo para la nación”, afirmó Temer.
Lula fue condenado el miércoles por un tribunal de segunda instancia que ratificó y aumentó de 9 a 12 años la pena de cárcel por corrupción pasiva y lavado de dinero en un proceso relacionado con la trama destapada en la petrolera Petrobras.
El fallo deja al otrora dirigente sindical cerca de su inhabilitación política, pues la legislación brasileña prohíbe expresamente que condenados en segunda instancia se postulen para cargos electivos, si bien la última palabra sobre su candidatura dependerá de la Justicia Electoral.
No obstante, el PT lanzó su precandidatura para las elecciones un día después de la ratificación de la condena, y Lula lidera con una amplia ventaja todos los sondeos de opinión divulgados hasta el momento.
“Evidentemente esta fórmula de su no participación tensiona el país y lo que tenemos que hacer en Brasil es relajar las relaciones”, subrayó Temer.
También la presidente del PT, la senadora Gleisi Hoffmann, se refirió a las tensiones en una entrevista con el diario Folha de Sao Paulo.
Afirmó que una detención del ex mandatario provocará un periodo grande de inestabilidad y confía en que la Corte Suprema no lo permita porque afectaría la democracia y al pueblo brasileño.