Durante la pandemia del covid-19 que ha causado miles de fallecimientos y que registra nuevas olas de contagios en el mundo, las plataformas digitales también se están viendo afectadas y enfrentan una gran amenaza, con un exponencial aumento en la tasa de cibercrimen a escala internacional.
La advertencia la hizo Huang Ming-chao, comisionado del Buró de Investigación Criminal de la Agencia Nacional de Policía de Taiwán, quien se remitió al informe Cyber Attack Trends: 2020 Mid-Year Report, publicado recientemente por la prestigiosa compañía de seguridad informática Check Point.
El estudio señala que en febrero ocurrían semanalmente menos de 5.000 ataques de malware y suplantación de identidad relacionados con el coronavirus, mientras que a finales de abril la cifra se disparó hasta más de 200.000 ataques en una semana.
El comisionado Ming-chao aseguró que “las monedas virtuales se han convertido para los criminales en una nueva forma de hacer transacciones y lavar dinero”, y enumeró como estos tipos de delitos cibernéticos a través de correos fraudulento y extorsión han provocado millonarias pérdidas en las finanzas empresariales del mundo.
“El Internet se extiende por todo el mundo, por lo que cualquier persona que lo utilice puede acceder a todos los dispositivos que estén conectados a la red en cualquier parte del mundo. Las organizaciones criminales se aprovechan del anonimato y la libertad del Internet para cometer crímenes sin ser detectados”, explicó.
Agregó que la divulgación de pornografía infantil es el “enemigo público” mundial, y se refirió a la vulneración de los derechos de propiedad intelectual y el robo de secretos comerciales que enfrentan muchos países.
Entretanto, el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, el Buró Federal de Investigaciones y el Departamento de Defensa de ese país publicaron en agosto un informe de análisis de malware.
En ese documento se indica que “alguna” organización cibercriminal ha estado utilizando una mutación de Taidoor, un malware de 2008, para llevar a cabo sus ataques.
En el pasado reciente, instituciones del gobierno y empresas de Taiwán sufrieron esos ataques, recordó Ming-chao. Precisó que la compañía de seguridad Trend Micro publicó un informe en 2012 sobre ese malware, en el que afirmaba que todos los afectados se encontraban en su país y que la mayoría de las víctimas eran organizaciones gubernamentales.
En ese sentido, en junio de 2016 se retiraron de forma ilegal 83,27 millones de dólares taiwaneses del First Bank y días después la Policía taiwanesa arrestó a tres implicados pertenecientes a una organización internacional del cibercrimen.
El comisionado agregó que el virus ha afectado gravemente la seguridad de los ciudadanos, pero que a su vez los ciberataques hacen que la seguridad nacional, las actividades empresariales, la seguridad de los datos personales de los ciudadanos y la propiedad individual sufran grandes daños y pérdidas.
“La cooperación internacional es necesaria para luchar contra el cibercrimen. Taiwán requiere la cooperación de todos los países y está dispuesto a ayudar y compartir con todo el mundo su experiencia para hacer del Internet mundial un lugar más seguro y sin fronteras”, puntualizó.
Ming-chao solicitó apoyo multinacional para que su país pueda participar como observador en la reunión anual de la Asamblea General de la Interpol, que ha sido postergada para el próximo año, teniendo en cuenta la experiencia de Taiwán contra el cibercrimen.
Con información de nota de prensa.