Suráfrica entró ya en su cuarta ola de la pandemia del coronavirus, impulsada por la nueva variante ómicron, anunció este viernes el ministro de Sanidad del país, Joseph Phaahla.
«Hay una curva ascendente mucho más pronunciada que la que se ha visto en las últimas tres olas», dijo Phaahla en una rueda de prensa telemática, aunque aseguró que el país no se encuentra en una situación crítica en cuanto a la disponibilidad de camas en los hospitales.
«En este momento, podemos decir que incluso en Gauteng (provincia más populosa y epicentro de esta nueva ola), que representa entre el 72% y el 80% de las nuevas infecciones diarias, aún no hemos alcanzado una etapa preocupante respecto a la capacidad hospitalaria con nuevos ingresos», dijo el ministro.
Según Phaahla, la ocupación general de las camas de hospital en el país es de 1,9%, y de 4,2% para las de unidades de cuidados intensivos.
La especialista en salud pública Waasila Jassat, del Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas de Suráfrica (NICD, en inglés), señaló que, según los últimos datos, esta cuarta ola está provocando un número más elevado de ingresos de menores de cinco años que la anterior.
En este sentido, en la provincia de Gauteng, el número de ingresos de menores de cinco años es el segundo más alto entre todas las franjas de edad, solo por debajo de los mayores de 60 años.
Esta tendencia, según Jassat, podría deberse a que los médicos autorizan más ingresos al principio de las olas -cuando los hospitales aún no tienen una carga excesiva de pacientes-, a que la variante ómicron afecte más a los menores o a que están menos protegidos, ya que en Suráfrica solo la población mayor de 12 años está siendo vacunada.
Pero aunque, de momento, los casos son personas jóvenes, por debajo de los 40 años, están aumentando las infecciones en personas más mayores.
«Cada persona infectará a más de una»
Los datos también indican que la tasa de reproducción del virus es más alta que en anteriores olas, lo que quiere decir que «cada persona infectará a más de una», advirtió la doctora Michelle Groome, jefa de vigilancia de salud pública en el NICD.
En Gauteng, en concreto, la tasa es de 2,33, «la más alta que hemos visto desde el inicio de la pandemia», dijo Groome.
Los nuevos contagios se han multiplicado en los últimos días en Suráfrica -cuya población es de unos 58 millones de habitantes- con 11.535 nuevos casos registrados en las últimas 24 horas, un número notablemente superior a los reportados en los últimos días: 8.561 este miércoles, 4.373 el martes y 2.273 el lunes.
La tasa de positividad de los test realizados, un indicador que los expertos consideran más indicativo que el número de nuevos contagios en bruto, también aumentó significativamente y este jueves se situó en el 22,4% frente al 16,5% del miércoles, el 10,2% del martes y el 10.7% del lunes.
La nueva variante ómicron se caracteriza por tener un alto número de mutaciones que podrían conllevar una mayor transmisibilidad y, en cierto grado, de evasión de la protección inmune previa.
A fecha del jueves, el acumulado de contagios de covid-19 en Suráfrica era de casi 3 millones y el de muertes por esta enfermedad de casi 90.000.