Diez personas murieron y 23 resultaron heridas en la violenta tormenta que barrió varias regiones de Ucrania, según un nuevo balance anunciado este martes por el ministro del Interior.
«En total murieron diez personas», cinco de ellas en la región de Odesa, y las demás en las regiones de Mikolaiv, Járkov y la ciudad de Kyiv, indicó el ministro Igor Klimenko en Telegram.
Igualmente, «23 personas, incluidos dos niños, resultaron heridas», añadió el ministro.
El anterior balance, facilitado la noche del lunes por el presidente Volodimir Zelenski, daba cuenta de cinco muertos en la zona de Odesa, la más afectada.
Más de 400 localidades en 11 regiones del país siguen privadas de electricidad a causa de la tormenta, y ocho autovías bloqueadas, según el ministro del Interior.
Todo ello en un contexto de máxima presión sobre los equipos de rescate y la red eléctrica ucraniana, a menudo atacada por las fuerzas rusas desde el inicio de la invasión en febrero de 2022.
En Crimea, una península ucraniana anexionada por Rusia en 2014, las autoridades instaladas por Moscú dieron parte de daños considerables causados por la tormenta.
En total, «93.000 personas no tienen electricidad» en ese territorio, y en 245 pueblos el suministro de agua se vio perturbado, indicó este martes el gobernador de Crimea, Serguéi Aksionov.
La tormenta, en curso desde el domingo, afectó otros territorios ucranianos ocupados por el ejército ruso en el este y el sur, así como el sur de Rusia y parte de la vecina Moldavia.
Moscú indicó el lunes que cuatro personas murieron por la tormenta en Crimea y en el sur del país.