Funcionarios de Kentucky mostraron alivio el lunes por las decenas de trabajadores de una fábrica de velas que parecen haber sobrevivido a los tornados que mataron al menos a 88 personas y dejaron un rastro de devastación en seis estados de Estados Unidos.
El gobernador Andy Beshear dijo que se confirmaron 74 muertes en el estado del sureste y con la voz entrecortada confirmó a los periodistas que los muertos tenían entre cinco meses y 86 años de edad.
«Como la gente del oeste de Kentucky, no la estoy pasando bien», expresó Beshear.
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El gobernador dijo que 109 personas en Kentucky continúan desaparecidas y «pueden pasar semanas antes de que tengamos conteos finales tanto de muertes como de niveles de destrucción».
«Sin duda habrá más (muertos)», agregó.
Sin embargo, el gobernador aclaró que los temores de un abrumador número de muertos por el colapso de la fábrica de velas en la devastada ciudad de Mayfield aparentemente eran infundados.
Unos 110 empleados trabajaban el viernes por la noche en la planta de Mayfield Consumer Products cuando un tornado hizo trizas el edificio.
Jemaryon Hart, de 21 años, dijo «estoy feliz de estar vivo» después de sobrevivir siete agotadoras horas atrapado bajo los escombros de la fábrica.
«Fue realmente aterrador, realmente doloroso, las paredes, los bloques de cemento, el metal, la madera, todo simplemente te aplastaba», recordó a la AFP.
Los dueños de la fábrica reportaron ocho muertos y ocho desaparecidos por el derrumbe, y confirmaron que «94 están vivos y fueron contabilizados», informó Beshear.
«Estamos trabajando para verificar la información de la fábrica de velas que en este momento solo tendría ocho muertos confirmados, un milagro navideño que esperábamos, pero tenemos que asegurarnos de que sea precisa», advirtió Beshear. «Temíamos que fuera mucho, mucho peor».
Miles de personas se han quedado sin hogar, por lo que el gobernador describió a la tormenta como la peor registrada en el estado.
Se han reportado 14 muertes en otros cuatro estados afectados por los tornados: Tennessee, Arkansas, Misouri e Illinois. También hubo daños, aunque no muertes, en Misisipi.
Seis personas murieron en un almacén de Amazon en la ciudad de Edwardsville, en el sur de Illinois, donde los trabajadores estaban en el turno de noche procesando pedidos de la temporada navideña.
Gobierno al rescate
La oficina del presidente de Estados Unidos anunció este lunes que Biden visitará la zona el miércoles para evaluar la situación de emergencia.
Biden declaró el domingo por la noche Kentucky zona de «catástrofe mayor», permitiendo así que la ayuda federal adicional sea canalizada hacia esfuerzos de recuperación.
«Estaremos presentes para permitir que la población se recupere y reconstruya», prometió Alejandro Mayorkas, secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, el lunes por la mañana en la televisión CNN.
Kentucky fue azotado el viernes por la noche por una de las series más largas y poderosas de tornados ya registrados en Estados Unidos.
La directora de la Agencia de Estados Unidos para el Manejo de Desastres (FEMA), Deanne Criswell, advirtió el domingo que esos estados enfrentan una «nueva norma» de multiplicación de fenómenos meteorológicos devastadores.
Criswell destacó también la dimensión «increíblemente inusual» e «histórica» de estos tornados para esta temporada.
Con el inmenso esfuerzo por la recuperación que se aproxima, las preocupaciones inmediatas por la seguridad y el bienestar de los residentes son prioridad, ya que el clima frío comenzó a afectar a los pueblos devastados.
Unas 26.500 personas se quedaron sin electricidad en Kentucky este lunes, según las autoridades.
Iglesias convertidas en refugios
En Mayfield, pequeña ciudad de 10.000 habitantes en el sur de Kentucky -que forma parte del denominado «cinturón de la Biblia», donde existe fuerte influencia de la Iglesia-, grupos de lugareños trataban de limpiar los escombros, buscaban provisiones y asistían a los más damnificados, al tiempo que varias iglesias pasaron a funcionar como refugios para muchos evacuados.
Árboles caídos y fachadas rotas de casas se mezclan con edificios arrasados por la fuerza de la tormenta en Mayfield.
«Hemos trabajado tantos años por todo esto, y se convirtió en humo», dijo Randy Guennel, un jubilado de 79 años, quien dijo que «no tenía más casas, ni más coches, ni nada más».
Vanessa Cooper, de 40 años y empleada de la escuela secundaria técnica local, estaba tratando de rescatar lo que podía del departamento de su madre, del cual solo quedaban dos paredes en pie. Tres amigos le ayudaban a despejar escombros retorcidos mientras ella hurgaba entre los muebles dañados.
«No sé lo que depara el futuro, pero Dios me ayudó a superar muchas cosas en la vida», expresó.
Sentado en una silla frente a lo que quedó de su casa, Marty Janes, de 59 años, miraba sin comprender mientras los voluntarios trabajaban a su alrededor.
«Estoy devastado, es increíble… No tengo nada», declara Janes a la AFP. Este hombre cuenta que apenas pudo rescatar una foto de su antigua graduación universitaria y dos banderas estadounideses que colocó frente a los restos de vivienda.
Marty había quedado atrapado en la parte trasera de su casa, mientras que su esposa, Theresa, estaba en el dormitorio cuando el techo se derrumbó. Fueron rescatados por bomberos y la mujer debió ser hospitalizada.
En la cadena CNN, Michael Dossett, coordinador de ayuda de Kentucky, había comparado la situación con «la visión de una zona de guerra».
En la ciudad de Edwardsville, en el sur de Illinois, seis personas murieron en una planta de la gigante Amazon donde estaban en el turno de noche procesando pedidos antes de Navidad.