El Ministerio de Situaciones de Emergencia (MSE) de Rusia informó en las primeras este domingo que el número de heridos en el ataque del viernes a una sala de conciertos a las afueras de Moscú ascendió a 152.
«Como resultado del ataque terrorista, 285 personas (entre ellas 8 niños) resultaron afectadas, de las cuales 133 murieron (incluidos 3 niños), lo que deja el saldo total de heridos en 152. Ciento catorce personas, incluidos 4 niños, fueron trasladadas a instituciones médicas», dice el mensaje del MSE citado por la agencia RIA Novosti.
El ataque, llevado a cabo en el salón Crocus de Krasnogorsk, a las afueras de Moscú, fue inicialmente atribuido a una célula del grupo Estado Islámico (EI).
Conforme a los últimos datos del Comité de Investigación, en el hecho perdieron la vida 133 personas, pero la redactora jefe del grupo mediático Rossiya Segodnya y del canal RT, Margarita Simonyan, informó que el número de víctimas ya habría aumentado a 143.
Putin prometió castigo para los autores del ataque
A su vez, el jefe de Estado de la Federación Rusa clamó el sábado venganza contra los responsables del atentado terrorista.
«Todos los autores, organizadores y los que encargaron este crimen recibirán un merecido e irremediable castigo, sean quienes sean e independientemente de que los hayan enviado», dijo Putin durante un mensaje a la nación transmitido por la televisión rusa.
En la alocución, que duró cinco minutos, Putin destacó que ya han sido detenidas once personas en relación con el ataque terrorista, el mayor que ha sufrido Rusia desde la matanza de Beslán, hace veinte años.
Pero, además de detener a los cuatro terroristas y sus siete cómplices, todos ellos extranjeros, Rusia sigue investigando la tragedia para dar con quienes les ayudaron con el transporte, itinerario para la fuga y les proporcionaron un escondrijo para el armamento y la munición.