El poderoso comandante militar iraní Qasem Soleimani, muerto en un ataque de Estados Unidos en Bagdad, será enterrado el martes en su ciudad natal de Kerman, en el centro de Irán, al término de tres días de homenajes, anunciaron el sábado los Guardianes de la Revolución.
El asesinato, el viernes en Bagdad en un ataque de Estados Unidos con un dron, del arquitecto de la estrategia iraní en Medio Oriente, y de Abu Mehdi al Muhandis, el hombre de Teherán en Irak, y número dos del Hashd al Shaabi, una coalición de paramilitares iraquíes proiraníes, despertó la ira de Teherán y hace temer un conflicto regional.
Comunicado
Está previsto que el sábado en la noche llegue a Teherán el cuerpo del general Soleimani antes de ser trasladado el domingo a la ciudad santa chiita de Machhad, donde tendrá lugar una ceremonia al lado del santuario del imán Reza, indicaron los Guardianes de la Revolución, según un comunicado en su página de Internet.
«El lunes en la mañana tendrá lugar una ceremonia en Teherán y posteriormente el cuerpo de este soldado del pueblo y de la nación será enterrado en Kerman el martes en la mañana», agregó.
Un grupo de estudiantes anunciaron la organización de una vigilia el sábado en homenaje al general Soleimani en la Universidad de Teherán. También irán al aeropuerto de Mehrabad de Teherán cuando lleguen sus restos.
Soleimani
El general, muerto a los 62 años, hombre clave del régimen iraní y una de las personalidades públicas más populares del país, era muy seguido en las redes sociales.
El guía supremo iraní, el ayatolá Ali Jamenei, prometió una «severa venganza» y decretó tres días de luto nacional.
Tras servir en la guerra Irán-Irak de 1980-1988, Soleimani escaló posiciones hasta convertirse en el jefe de la Fuerza al Quds de los Guardianes de la Revolución, encargada de las operaciones exteriores de la República Islámica.
Protestas
El viernes, decenas de miles de personas salieron a las calles de Teherán y de otras ciudades del país para protestar por este ataque de Estados Unidos.
Una muchedumbre de iraquíes acompañaban el sábado la procesión fúnebre de Soleimani y Al Muhandis en Bagdad.
Sus cuerpos serán después trasladados a Kerbala y Najaf, dos ciudades santas chiitas al sur de la capital iraquí.
En Irán, el ayatolá Jamenei y el presidente Hasán Rohaní visitaron de forma separada a la familia de Soleimani el viernes para darles el pésame.
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