Los líderes de los dos principales sindicatos españoles, UGT y CCOO, clamaron este Primero de Mayo por profundizar en las reformas para lograr el pleno empleo, la reducción de jornada y la mejora de la calidad del trabajo en la manifestación que reunió en Madrid a miles de personas.
En unos discursos marcados por la situación política en España, Pepe Álvarez (UGT) y Unai Sordo (CCOO) también exigieron al cierre de la manifestación cambios para profundizar «en la decencia democrática», empezando por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), el gobierno de los jueces españoles, en plena polémica por la renovación de ese organismo, cuyos miembros llevan cinco años con los mandatos caducados.
«La justicia es ante todo un servicio público de los ciudadanos, y el poder judicial es un poder del Estado y debe ser democrático (…) no es un club de petanca», clamó Sordo, que tachó de «escándalo» el bloqueo que ejerce la oposición conservadora y respaldó al Gobierno para que tome medidas.
A la manifestación de Madrid asistieron este año, entre otros miembros del Gobierno, las tres vicepresidentas, María Jesús Montero, además ministra de Hacienda; Yolanda Díaz, responsable de Trabajo; y Teresa Ribera, ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico.
«No nos conformamos», dicen los sindicatos
Sindicalistas reclaman reformas
En el plano laboral, Sordo incidió en que es un Primero de Mayo «a la ofensiva» y reclamó reformas para lograr el pleno empleo.
«Venimos aquí y decimos que no nos conformamos, queremos más, reducir la jornada, trabajar menos subiendo salarios y viviendo mejor, creciendo el empleo y la productividad de las empresas», resumió Sordo.
Álvarez también incidió en estas peticiones y además tuvo palabras de apoyo para el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tras su reflexión sobre si merecía la pena seguir al frente del Gobierno.
«Sí presidente, merece la pena», añadió Álvarez, quien señaló que las reformas emprendidas en los últimos años están detrás de los movimientos de la derecha.
Ambos tuvieron palabras de apoyo para Palestina y exigieron el fin del «genocidio».
Unas 100.000 personas, según los organizadores, y 10.000, según la Delegación de Gobierno, acudieron a la manifestación de Madrid en un Primero de Mayo con más de 70 convocatorias en toda España bajo el lema «Por el pleno empleo: reducir jornada, mejorar salarios».
En Barcelona, la segunda ciudad más importante de España, miles de personas, 5.000 según la Guardia Urbana y unas 10.000 según los sindicatos, participaron en la manifestación, donde además de las reivindicaciones laborales, los dirigentes sindicales apoyaron al pueblo palestino y ucraniano e hicieron un llamamiento al movimiento sindical europeo para acabar con una carrera «belicista y macabra».
Ante las próximas elecciones europeas y catalanas, hicieron un llamamiento a los trabajadores para llenar las urnas a favor de partidos de izquierdas que permitan avanzar en las reformas iniciadas para mejorar la vida de los trabajadores y frenar a la derecha y a la ultraderecha.