Fuerzas colombianas ultimaron a siete miembros del Clan del Golfo, el mayor cartel del narcotráfico de Colombia durante un operativo en la costa pacífica, informaron autoridades este lunes.
Los individuos, que se movilizaban por el río Purrichá, fueron sorprendidos por fuerzas militares que asestaron el golpe más fuerte desde que el gobierno levantó una tregua bilateral que mantenía con este grupo armado, indicó en conferencia de prensa el contralmirante de la Armada Carlos Serrano.
En las «operaciones militares se produjo la muerte de siete integrantes de este grupo armado ilegal. Igualmente se realizaron cuatro capturas y se incautó abundante material de guerra», precisó el Ministerio de Defensa en Twitter, ahora X.
Clan del golfo y el narcotráfico
Los combates ocurrieron en una región selvática del oeste del país, punto estratégico para la exportación de drogas hacia Centroamérica y México por el océano Pacífico.
Allí el Clan, también conocido como Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), se disputa el control de las rutas fluviales con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
A mediados de marzo el presidente Gustavo Petro acusó a las AGC de estar detrás de violentas protestas mineras en el noroeste del país, y levantó la tregua bilateral que mantenía desde comienzos de año con esa organización.
La banda que lideraba el extraditado capo Otoniel -quien se declaró culpable por narcotráfico ante la justicia estadounidense en enero y espera una larga condena- niega haber violado el cese, y considera que el gobierno ofrece un trato más benevolente a las guerrillas de izquierda que también mantienen conversaciones de paz.
Gustavo Petro apuesta por el diálogo
Petro, el primer izquierdista en llegar al poder en Colombia, busca desactivar el conflicto armado de seis décadas por medio del diálogo con grupos armados como parte de una política conocida como Paz Total.
Las conversaciones con el ELN han conducido a un cese el fuego entre fuerzas del Estado y guerrilleros, además del fin de las hostilidades contra civiles, que comenzará a regir este jueves.
Los rebeldes han denunciado en repetidas ocasiones alianzas entre miembros del ejército y mandos del Clan para debilitar las posiciones rebeldes en los ríos del departamento de Chocó (noroeste).
«No se observa con estos resultados connivencia alguna de quienes integramos fuerzas militares» con esa organización, dijo a medios el general Óscar Murillo, del Ejército.
Miles de personas, la mayoría afros e indígenas, se encuentran desplazadas o están confinadas en esta región por las confrontaciones.