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Separatistas aseguran que independencia Cataluña será proclamada el lunes

Carles Puigdemont dijo que el rey Felipe VI ignora a millones de catalanes. Mariano Rajoy subrayó que el presidente catalán debe renunciar a sus pretensiones

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Los partidos independentistas de Cataluña preparan los últimos pasos antes de la declaración unilateral de independencia, provocando llamados al diálogo de la Comisión Europea y una fuerte caída de la bolsa de Madrid.

El lunes 9 el presidente regional, Carles Puigdemont, debe comparecer ante el Parlamento catalán para valorar los resultados del referéndum ilegal del 1° de octubre. “El pleno servirá para proclamar la independencia y la república catalana”, afirmó la diputada de la Candidatura de Unidad Popular, Mireia Boya.

El Parlamento ya tiene fijado como único punto la comparecencia de Puigdemont, sin mencionar específicamente una declaración de independencia, aunque el presidente de Cataluña dejó claro que esa es su intención una vez se declaren como oficiales los resultados de la consulta.

Según la ley catalana del referéndum, “dentro de los dos días siguientes a la proclamación de los resultados por parte de la Sindicatura Electoral, el Parlamento celebrará una sesión ordinaria para efectuar la declaración formal de la independencia de Cataluña”.

En una declaración institucional desde el Palacio de la Generalitat Puigdemont acusó al rey Felipe VI de haber asumido las políticas del gobierno de Mariano Rajoy, catastróficas en relación con Cataluña, y de decepcionar a mucha gente que lo aprecia. “El rey ignora deliberadamente a los millones de catalanes que no piensan como el gobierno”, afirmó.

Insistió en su llamado a la unidad: “Nos tenemos que mantener como un solo pueblo”.

Negociación. La demanda de llegar a una solución mediante el diálogo dentro de la ley unió a todos los portavoces de grupos en el Parlamento Europeo, en un debate en el que quedó claro que solo su futuro les incumbe a los españoles y que por ello Bruselas no mediará. “Llegó el momento de dialogar, de encontrar una salida al callejón sin salida, de trabajar dentro del orden constitucional de España”, dijo el vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans.

Los eurodiputados de los principales grupos también pidieron a las autoridades catalanas evitar una declaración de la independencia que, en opinión del portavoz de los socialdemócratas, Gianni Pittella, sería contraproducente.

Las posiciones entre Barcelona y el gobierno de Mariano Rajoy se distancian cada día más después del domingo. Rajoy rechazó la propuesta del líder de Podemos, Pablo Iglesias, de buscar una mediación porque considera que no puede hablar con quien ha planteado un “chantaje tan brutal al Estado”. Aunque el líder de Podemos dijo que Rajoy no le ha contestado con una negativa, desde Moncloa se subraya que el jefe del Ejecutivo le explicó que lo que tiene que hacer Puigdemont es renunciar a la declaración unilateral de independencia, que no es negociable.

La posibilidad de un declaración de independencia unilateral disparó la preocupación de las empresas establecidas en Cataluña, algunas de las cuales han sido severamente castigadas en las dos últimas sesiones bursátiles. El mercado español cayó ayer 2,85%, la mayor desde el brexit, por el nerviosismo de los inversores, mientras que la prima de riesgo subió a 133 puntos básicos, 7 más que la jornada anterior.

Cerco sobre los independentistas

La justicia española citó a declarar por sedición al jefe de la policía y a dos líderes independentistas de Cataluña. El comandante de los Mossos d’Esquadra, Josep Lluís Trapero; una subalterna, la intendente Teresa Laplana, y los líderes independentistas Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, dirigentes de las asociaciones Asamblea Nacional Catalana y Omnium Cultural, respectivamente, declararán mañana ante la Audiencia Nacional, máxima instancia penal.

La investigación está relacionada con las manifestaciones del 20 y el 21 de septiembre frente a una dependencia del gobierno catalán en Barcelona, cuando la Guardia Civil la registraba. Los manifestantes dañaron los vehículos policiales y retrasaron la salida de los agentes hasta la madrugada.

El delito de sedición está castigado en España con una pena máxima de prisión de 10 años, en el caso de ciudadanos ordinarios, y de 15 años, si se trata de autoridades.

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